Alertan de cambios bruscos de temperaturas en SLP

  • De 45 a 50 frentes fríos golpearían a territorio mexicano y potosino, advierte el SMN

En San Luis Potosí durante el otoño y el invierno se espera la presencia de fenómenos atmosféricos que ocasionan cambios drásticos en el estado del tiempo, algunos de ellos son temperaturas frías o muy frías, lluvias persistentes y fuertes ráfagas de viento.

De acuerdo a datos del Sistema Meteorológico Nacional para México  la temporada de sistemas frontales comenzó en septiembre 2018 y se espera que concluya en mayo 2019, periodo en el que prevé un promedio de 45 a 50 frentes que podrían afectar territorio mexicano y dependiendo las condiciones climáticas del Polo Norte, se verán variaciones en su frecuencia y duración.

El pronóstico está basado en predicciones estadísticas, combinado con las temporadas que presentaron características similares e interpolando con los registros de la posición y ondulación de la alta polar en el Polo Norte.

Un frente se origina por la presencia de dos masas de aire con diferentes características, donde el viento de una ellas ya sea cálido o frío, impulsa a otra masa de aire produciendo así cambios en el campo de presión atmosférica, alto contenido de humedad y variaciones en la temperatura ambiente.

Las regiones en territorio mexicano que suelen ser influenciadas por el paso de sistemas frontales son la Mesa del Norte y Centro, incluyendo también el sur y el oriente del país.

Uno de los cambios más recurrentes es la presencia de precipitación consistente de tipo llovizna.

También se manifiestan fuertes vientos con ráfagas superiores a los 30 km/h, cuando estos van de forma permanente de norte a sur y se presentan en el litoral del Golfo de México, en la sonda de Campeche, en la península de Yucatán, en el istmo y Golfo de Tehuantepec y la Sierra Madre Oriental se les denomina  evento de «Norte»; este tipo de efecto también da lugar a la presencia de oleaje elevado que puede superar los 1.5 metros de altura, en las regiones marítimas.

Asimismo las temperaturas tienden a disminuir de 2 a 15 grados aproximadamente, por lo que los días en otoño se vuelven más frescos y fríos, y durante invierno son muy fríos o si la masa de aire tiene características polares serán gélidos, este efecto combinado con altos contenidos de humedad puede reforzar en zonas montañosas la  caída de nieve, aguanieve o heladas en superficie.