«Leo está bien, y no vamos a correr riesgo»: Valverde

Inmediatamente pareció volver sobre sus pasos para abrir la puerta a cualquier posibilidad: “Hay que verle. Vamos a esperar al entrenamiento y dependiendo de cómo vaya todo se decidirá”. Valverde, que no es un tipo al que se conozca por jugar al gato y el ratón, lo dejó todo en el aire.

¿Jugará Messi? “A ver, hay 4 posibilidades: que salga de titular, que lo haga desde el banquillo, que se quede en el banquillo o que no esté ni en el banquillo”, se sonrió el entrenador del Barça, pero dando muestra, más o menos sincera, de que sus palabras no eran una manera de despistar sino, más bien, de estar en manos del propio capitán, de las sensaciones con que acabase el entrenamiento posterior a la rueda de prensa.

“Leo está bien. Ha viajado con todos los disponibles y nos dimos de margen hasta este último entrenamiento.

Está bien pero debemos tener claro ese punto de seguridad”, repitió Valv-erde, quien dejó claro que este partido ante el Inter tiene una trascendencia muy clara “porque no estamos aún ni clasificados. Hay que ir poco a poco”.

“Estando en un grupo tan difícil y llegar a la cuarta jornada con esta situación está muy bien, pero debemos pensar en este partido y no ir más allá”, convino el entrenador, quien avisó que espera a un Inter “ambicioso. Me gusta su propuesta futbolística porque es un equipo valiente, con un plan desde el principio, que arriesga, presiona es agresivo y defiende bien”.

Sin dar por hecho el pase a los octavos, pero dando imagen de optimismo, Valverde reconoció tener en el recuerdo el partido de Roma, aunque prefirió “pensar más en el de Wembley”. “De todas las derrotas debes aprender para solucionar los errores y problemas que te provocan los rivales, pero eso no significa que no puedas volver a perder. Pasó en Roma y puede volver a pasar, pero no pensamos en ello” resumió el técnico.

Y se marchó, veloz, hacia el césped. A encontrarse con Messi, como todos sus compañeros. Todos pendientes del estado del 10. Como todo el barcelonismo. Y como el Inter, claro, con Spalletti al frente.