Durante la madrugada de este sábado seis hombres fueron asesinados en distintas partes del Valle de México. Primeramente, en la colonia Ampliación Benito Juárez, de la delegación Gustavo A. Madero, un taxista fue baleado a bordo de su vehículo.
Fueron sus vecinos quienes dieron aviso a policías preventivos del sector Cuautepec, para que acudieran hasta la esquina de las calles de Mariano Escobedo y Manuel Doblado, sitio donde la víctima se estacionó antes de ser sorprendido por su agresor.
Policías de Investigación trataran de esclarecer el motivo por el cual el trabajador del volante fue ejecutado cerca de su domicilio.
Posteriormente, frente al número 47 de la calle Doctor Federico Gómez, de la colonia Doctores, un hombre fue ejecutado con más de 25 disparos.
Su cuerpo quedó sobre el arroyo vehicular, por lo que policías preventivos del sector Asturias tuvieron que cerrar la circulación de dicha calle para que los peritos de la Procuraduría capitalina pudieran laborar en el retiro de los 27 indicios balísticos encontrados en el lugar.
Debido a la hora en la que sucedió el homicidio, no hubo datos precisos de las características de los sujetos que dispararon sobre esta persona. Sobre el móvil las autoridades no descartan el ajuste de cuentas.
Continuando con más homicidios, sobre la calle Emiliano Zapata de la colonia Doctor Francisco Cabrera, de la delegación Tláhuac, la policía encontró tirado en la banqueta a un sujeto. Cuando los uniformados lo revisaron se dieron cuenta que estaba desangrándose.
De inmediato los policías solicitaron la presencia de paramédicos, sin embargo, cuando éstos llegaron el desconocido ya no presentó signos vitales.
A decir de los socorristas, fueron las lesiones provocadas por un arma punzo cortante las que le causaron la muerte a este hombre.
Ya por último en la esquina de las calles de Francisco I. Madero y Luis Echeverría Álvarez, de la colonia 10 de abril, del municipio de Nuacalpan, Estado de México, tres hombres fueron ultimados a balazos.
En este lugar también se contabilizaron 27 casquillos, los cuales quedaron regados a unos metros de los cuerpos de los desconocidos.
Mientras las autoridades mexiquenses trabajaban para el levantamiento de los indicios, ningún vecino de la zona salió para ver si conocían a las víctimas.