Los adioses: Rosario Castellanos, la mexicana que lo fue todo

Tú que estás leyendo, y que seguramente eres mujer, te pregunto: ¿Quién es una mujer mexicana? No te estoy preguntando quién es una madre, o esposa, o hija, o amiga, o compañera ¿cómo responderías a quién es una mujer mexicana?

O si acaso eres hombre quien le está dedicando este tiempo a enfocar su atención a estas líneas puedes decir ¿en qué has contribuido para que las mujeres que te rodean se valoren a sí misma como tal, como mujeres?

Es impresionante que aún en el siglo XXI haya muchísimas mujeres en nuestro país que consideran que, no solamente el punto más alto, sino el único, de su realización como ser humano es ser esposa y madre, y es que al parecer aún se nos está educando con la visión de que las mujeres no tienen oportunidades exitosas de crecimiento intelectual, profesional, laboral, físico y emocional, por su puesto, estamos en el entendimiento de que el género femenino en México sí tienen derechos y tienen oportunidades de todo tipo, pero nos acostumbran desde pequeños que por sobre todo esto, la prioridad de éxito es estar en el hogar atendiendo la casa, al esposo y a los hijos; que en ningún lugar podrá estar mejor que en el hogar.

Existió una gran mujer mexicana que señaló la injusticia de este pensamiento que ha permeado por siglos, Rosario Castellanos (1925 – 1974), pensadora, poeta, intelectual, política, diplomática, maestra, catedrática, activista, esposa, madre; defensora de la mujer, generadora de libres pensadoras, amante de su profesión, soñadora del amor y el romance, exaltadora de la mexicanidad, propulsora de la equidad de género. Castellanos, de las pocas mujeres que no condenan al sexo opuesto, sino dispuesta siempre a trabajar en conjunto dándole su valía, pero exigiendo respeto el libre paso de las féminas, sin cuestionamientos.

Precisamente todo lo que te acabo de comentar está plasmado en cada minuto de la película “Los Adioses” de la directora Natalia Beristáin, que, a pesar de tener cierta trayectoria preponderante, esta es su verdadera ópera prima y le quedó en su punto, como un verdadero homenaje a la gran poeta mexicana.

En esta cinta puedes ver a una Karina Gidi (Abel, 2010), transparente, vulnerable e impresionante, la ves, la escuchas, en verdad te transmite lo poderoso que puede ser el personaje de Rosario Castellanos, y aunque no hayamos vivido en la época de la pensadora, ves a Gidi, ves a Castellanos.