Otro de los fracasos de la administración gallardista es el combate al graffiti por toda la ciudad; como candidato y como presidente municipal en muchísimas ocasiones advirtió, amenazó a quienes manchar las paredes con graffiti.
Como respuesta inmediata obtuvo que los graffiteros mancharan algunos edificios emblemáticos de la capital potosina que se encuentran en el centro histórico, como el llamado edificio Ipiña, la catedral potosina, el exterior del templo del Carmen y algunos otros edificios y monumentos sobre todo de cantera.
El mismo ayuntamiento ha reportado miles de metros cuadrados que han disputado a través de diferentes técnicas como arena con agua lanzada a presión o la utilización de químicos, pero que de una u otra forma afectan al material de construcción y afectan al erario municipal porque es necesario pagar a quienes realizan este trabajo.
Fue sobresaliente que la barda del panteón del Saucito que Ricardo Gallardo ordenó se pintara de amarillo y se escribiera alguna frase haciendo alusión a la llamada “administración Gallardista”; a los pocos días de que fue pintada los gráfiteros hicieron pintas sobre el texto del ayuntamiento.
El ayuntamiento de la capital colocó frente a letrero patrullas de la policía municipal y durante las 24 horas para cuidar este letrero. Mientras tanto por toda la ciudad se han multiplicado las leyendas sin sentido y las pintas obscenas de los llamados grafiteros. Faltan menos de 50 días para que termine la actual administración municipal y la ciudad obscenamente se encuentra inundada de graffitis.
Esto se considera como un fracaso más de la administración de Ricardo Gallardo Juárez, quien sigue pensando que administrar un ayuntamiento es hacer transas junto con su familia para aumentar su capital económico; pruebas de esto hay muchísimas y documentadas, mientras tanto el graffiti sigue aumentando en San Luis Potosí.