Así es Yippe, la montaña rusa de emociones del Parque del Café

Los turistas más temerosos ahora podrán salir de una montaña rusa con una sonrisa de satisfacción y no llorando del horror, gracias a Yippe, la nueva atracción del Parque Nacional del Café, que cumple 23 años de operaciones en Montenegro, Quindío.

Esta atracción es una alternativa ideal para quienes les temen a las alturas y al vértigo que caracterizan a los parques de diversiones.

Yippe es una montaña rusa diseñada para padres e hijos, pues admite personas desde un metro de altura. Se construyó durante 18 meses, costó cerca de 20.000 millones de pesos y es un homenaje al yipao, los camperos de la cultura cafetera.

La construcción “responde a las peticiones de los turistas de tener atracciones mecánicas para disfrutar entre adultos y niños.

Les estamos entregando a nuestros visitantes una nueva opción para vivir en familia”, dijo Pedro Nel Salazar Hoyos, gerente general del Parque del Café.

En efecto, la atracción es una estructura con un recorrido menos extremo que las otras dos montañas rusas del parque, Krater y La Broca. Sus giros no son tan bruscos y las alturas que se alcanzan no son de vértigo.

En el recorrido de sus dos trenes, hay una vista privilegiada del verde que cubre a esa zona del paisaje cultural cafetero y una serie de fuentes mojan levemente a los pasajeros de los vagones-camperos de la atracción. Se estima que Yippe puede recibir, en promedio, 800 personas cada hora.

Esta montaña rusa fue diseñada en Alemania a la medida del parque, se instaló en diciembre y fue puesta a prueba durante los primeros meses del 2018.

El parque, de 125 hectáreas y 27 atracciones mecánicas, espera recibir un millón de visitantes durante este año.

Para movilizar a más personas dentro de las instalaciones, la organización del Parque del Café está construyendo un nuevo teleférico, con una inversión de 7.500 millones de pesos.

“Es un esfuerzo muy grande que estamos haciendo para que crezca el turismo del país”, dice por su parte Pedro Nel Salazar Hoyos, gerente del Parque del Café.

Aquellos turistas que no son amantes de emociones fuertes pueden aprovechar la experiencia de Yippe cuantas veces sea necesario para que cualquier temor se vaya por completo.

Si luego de este plan hay más valentía, el siguiente paso es subirse a la primera montaña rusa que se construyó aquí o soportar las espeluznantes caídas al vacío de Krater, la atracción más extrema de este parque de ambiente acogedor en el que todos sus empleados, desde los operarios hasta los directivos, posan como una familia portando un mismo uniforme.