Desde que contrajo matrimonio con el príncipe Harry y obtuvo el título de duquesa de Sussex, Meghan Markle ha tenido que estudiar y tomar lecciones sobre el protocolo que deben seguir los miembros de la Familia Real Británica, pero al parecer hay momentos en que se le olvida y falta al mismo.
Algunos de sus códigos son, por ejemplo, no vestir el mismo color que la reina en un evento, no usar zapatillas abiertas, dónde y cómo hacer los saludos y hasta la limitación para tomarse «selfies» con la gente en las calles.
Esta reglas que no está escrita en el protocolo pero miembros de la familia real como Harry y la reina Isabel se han manifestado en contra, son las «selfies», ya que prefieren un encuentro de frente y consideran de mala educación el no tener contacto visual por intentar guardar el momento en un móvil. A la duquesa de Sussex se le ha olvidado en un par de ocasiones.
Otra falta al protocolo real ocurrió cuando Meghan permitió que un ciudadano le besara la mano durante un evento oficial en Gales, acción que no es bien vista para un miembro de la realeza.
Por otro lado, una de las faltas al protocolo que más ha cometido es sentarse con las piernas cruzadas, hábito que poco a poco corregirá. Esto lo sabemos porque en cuanto Meghan Markle se da cuenta de su error, inmediatamente lo enmienda.
Ha pasado poco más de un mes desde que Harry y Meghan Markle contrajeron matrimonio, por lo que la duquesa perfeccionará la forma en que realiza los protocolos de la realeza británica con el apoyo de los asesores, su esposo y los ánimos de sus seguidores.