El presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, se reunirá mañana en París con el presidente francés, Emmanuel Macron, en medio de tensiones diplomáticas por las duras declaraciones de las autoridades francesas por la decisión de Italia de no dejar desembarcar al barco «Aquarius» con 630 inmigrantes.
En un comunicado se confirmó que almorzarán juntos y ofrecerán una posterior rueda de prensa, después de que se pusiera en duda el viaje a París.
Conte y Macron conversaron por teléfono anoche sobre el caso «Aquarius» y confirmaron el compromiso de ambos países «a prestar socorro en el cuadro de las reglas de protección humanitaria de las personas en peligro», se lee en una nota de la presidencia del Gobierno.
«Italia y Francia tienen que profundizar su cooperación bilateral y europea para una política migratoria eficaz con los países de origen y de tránsito a través de una mejor gestión europea de las fronteras y un mecanismo de solidaridad para hacerse cargo de los refugiados», concluye la nota.
Y que en vista de la cumbre europea de finales de junio, «han compartido que son necesarias nuevas iniciativas que discutir juntos», añade el comunicado.
En la nota se explica que Macron aseguró que «no quiso nunca pronunciar ninguna expresión que pudiera ofender a Italia o al pueblo italiano».
Macron había hablado de «cinismo» italiano por no dejar desembarcar en sus puertos al «Aquarius», con 630 personas a bordo rescatadas en el Mediterráneo y que ahora se dirige a España, al puerto de Valencia (este).
El Gobierno, apoyado por la ultraderechista Liga y el antisistema Movimiento 5 Estrellas, convocó al embajador francés y exigió las disculpas inmediatas de Francia, en un momento de tensión que provocó la cancelación ayer de la reunión del ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, con su homólogo galo, Bruno Le Maire.
Incluso algunos miembros del Ejecutivo afirmaron que Conte tendría toda la razón en anular su viaje a París.