No cruzaron miradas, pero ya saben cuándo será el primer momento en el que se verán.
El Palacio de Minería es el escenario. El formato del debate, su mayor preocupación. El tiempo, el peor enemigo. El público, su objetivo.
Cinco minutos antes del inicio del debate, Margarita Zavala, José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y Jaime Rodríguez Calderón se tomarán una fotografía, que quedará para la historia.
Así quedó acordado y ensayado un día antes del primer debate entre aspirantes a la Presidencia de México.
Los ensayos comenzaron al mediodía, aunque la iluminación, la escenografía, la sala de prensa frente al recinto —sobre la calle—, las escalinatas y las vallas fueron colocadas desde temprana hora.
La primera en llegar fue Margarita Zavala, minutos antes de las 12:00 horas; con un vestido azul y un semblante firme recorrió las zonas en las que estará esta noche.
Con el Estado Mayor Presidencial resguardando, José Antonio Meade llegó caminando desde la calle de Marconi, donde se encontró con simpatizantes y opositores.
Y aunque fue el gran ausente, sus seguidores lo recordaron. El nombre de Andrés Manuel López Obrador resonó en la transitada calle.
En diferentes momentos, tanto Zavala como Meade escucharon el nombre del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia en la voz de sus simpatizantes.
“¡Es un honor estar con Obrador! ¡Los jóvenes con AMLO!”, fueron algunas de las consignas que una mujer, no mayor de 30 años, gritaba al tiempo que el candidato del PRI_Verde-Panal ingresaba al Palacio de Minería.
Antes, Zavala guardó silencio ante los gritos de reclamo a la guerra contra el narcotráfico iniciada por su esposo, el expresidente Felipe Calderón.
Meade Kuribreña sonreía, mantenía su postura firme para ingresar al recinto donde hoy tendrá que proponer, argumentar, discutir sobre los diversos temas.
Ricardo Anaya prefirió evitar el trago amargo y salió por la parte posterior a dar declaraciones a la prensa.
Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, arribó en medio de una lluvia fuerte. Él aseguró que a este primer debate llegaba “¡a toda madre!”.
Si bien López Obrador no llegó, su equipo sí lo hizo. Al lugar entró Jesús Ramírez, su representante ante el Instituto Nacional Electoral.
En el Palacio de Minería uno a uno se vio. Observaron y repasaron espacios, caminos y rincones del recinto donde este domingo tendrán la primera oportunidad para convencer al pueblo mexicano.