Episcopado llama a candidatos a evitar fraude

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a los candidatos a la Presidencia, a gubernaturas, presidencias municipales y partidos políticos evitar el fraude, la coacción, la simulación, violencia, el engaño a los pobres con regalos y todo lo que desvirtúe la democracia.

Los obispos de México propusieron un diálogo abierto y propositivo entre los candidatos y la sociedad «para lograr una agenda que se convierta en proyecto de gobierno».

Demandaron que durante las campañas se hablen de propuestas y no de descalificaciones, «nos preocupa que en las intervenciones que han tenido los candidatos en las campañas han prevalecido las descalificaciones; se esperaría un cambio de propuestas concretas de acuerdo al cargo que aspiran en orden de aportar soluciones, con un sentido de corresponsabilidad, a problemas reales como la impunidad, la corrupción, la pobreza y la desigualdad social, la inseguridad y la violencia».

De igual forma, los obispos pidieron que se escuchen todas las voces, «especialmente de aquellos y aquellas que sufren violencias e injusticias».

En la conferencia de prensa para dar a conocer este mensaje en el marco de la 105 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, participaron el secretario general del episcopado, Alfonso Miranda Guardiola; el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, y el obispo de Zacatecas, monseñor Sigifredo Noriega Barceló.

Durante su intervención, monseñor Carlos Garfias Merlos dijo que el Proyecto Global de Pastoral 2031-2033 ya fue aprobado y en él «afirmamos que anhelamos y queremos ser una iglesia que anuncia y construye la dignidad humana, comprometida con la paz y las causas sociales, renovando nuestra acción misionera y evangelizadora, para ser testigos compasivos de la misericordia de Dios».

Este organismo episcopal también denunció la «lentitud» en las tareas de rehabilitación de las personas y comunidades afectadas por los sismos de septiembre pasado, así como la reconstrucción de los daños materiales «y el momentáneo olvido que percibimos en la atención a las poblaciones afectadas, particularmente las más pobres».

Los obispos hicieron un llamado a las autoridades, sociedad y medios de comunicación para que no dejen en el olvido »estas necesidades apremiantes de nuestro pueblo».