Muere el poeta J.D. McClatchy a los 72 años

El escritor J.D. McClatchy, un venerado y versátil hombre de letras elogiado como poeta, libretista, educador, editor y traductor, murió anoche en su casa en Manhattan. Tenía 72 años.

La editorial Alfred A. Knopf anunció que McClatchy, conocido por sus amigos como Sandy, luchaba con un cáncer cuando falleció en su residencia en Manhattan.

Sandy siempre tenía tiempo para chismear en medio de innumerables fechas de entrega, y me maravillaba por la cantidad de horas que le dedicaba a las artes literarias», dijo la editora de Knopf Deborah Garrison en una declaración emitida el miércoles. «Su propia obra fue una gran contribución a la poesía estadounidense, pero rara vez la mencionaba porque estaba comprometido editando o agrandando el trabajo de otros».

Como poeta, McClatchy fue aclamado por hacer uso de un rango rico e impredecible de influencias, desde la música clásica hasta la historia japonesa, así como por su curiosidad por la vida privada y política. Sus libros incluyeron Star Principal, The Rest of the Way y Hazmat, finalista para el Premio Pulitzer en 2003.

Pero también asumió otras numerosas formas de arte y responsabilidades. Hizo la versión en inglés del libreto de La flauta mágica de Mozart y escribió el libreto para una ópera basada en La caída de Orfeo de Tennessee Williams. Por años fue profesor en la Universidad de Yale y editor de The Yale Review, una de las revistas literarias más antiguas del mundo. Fue presidente de la Academia Estadunidense de Artes y Letras, editor o coeditor de obras de Thornton Wilder y James Merrill, y albacea o coalbacea de patrimonios literarios de los poetas Merrill, Anthony Hecht y Mona Van Duyn.

Joseph Donald McClatchy Jr. nació en Bryn Mawr, Pennsylvania, y estudió en Georgetown y Yale, donde recibió un Ph.D.

Le sobreviven su esposo Chip Kidd, director asociado de portadas en Knopf, y tres hermanas.

Sandy era una persona extraordinaria: un poeta y profesor brillante, el inspirado e incansable editor del Yale Review, uno de los libretistas más exitosos de nuestro tiempo, una presencia poderosa y generosa en nuestra cultura literaria», escribió su amiga Joyce Carol Oates en un email «Lo extrañaremos profundamente».