Céline Dion llega al medio siglo

Llegar  a los 50 años le merece una celebración ínti­ma, en familia, no glamurosa. Muchas razones existen de­trás de la decisión de la can­tante canadiense para no tirar la casa por la ventana por me­morable onomástico.

Primero, su salud no está bien. Ha lidiado con una con­dición maligna en la trompa de Eustaquio, la cual le ha pro­vocado problemas en la audi­ción y para cantar. Anunció en sus sitios oficiales que necesi­ta una cirugía pues los medi­camentos ya son inútiles.

Por consecuencia, Dion canceló tres semanas de conciertos en el Caesars Palace, de Las Vegas, foro en el que ostenta el récord de ser la ar­tista con mayor número de re­caudación de dinero con más de 454 millones de dólares, que reunió en su gira A New Day, que arrancó en 2011. La mayor estancia desde que El­vis Presley se presentó en la Ciudad del Pecado.

La racha de 375 fechas en 25 periodos residenciales se ha visto truncada por su enfer­medad, aunque anteriormen­te ya había pospuesto fechas por sinusitis, problemas en la espalda y con sus cuerdas vo­cales, la muerte de su marido y compromisos familiares.

Una lástima para le gente que ya tenía boletos, porque Dion planeaba realizar algún tipo de celebración duran­te su fecha de hoy, pero ya no será posible.

De acuerdo con Entertainment Tonight, la diva estará en casa con sus hijos Reneé, de 17 años, y los ge­melos Nelson y Eddy, de sie­te, y será hasta el 22 de mayo cuando regrese a reponer sus fechas en Las Vegas.

Su estado de ánimo tam­bién había estado por los suelos; de hecho, hizo público a finales de enero que le ayu­dó mucho la visita de Adele a una de sus fechas, quien llegó vistiendo una sudadera con la cara de Céline y el Titanic hundiéndose.

Su salud ha decaído desde la muerte de su marido, ma­nager y representante René Angélil a causa de un cáncer de garganta. Una pérdida de la que Dion aún sigue recupe­rándose, pues ocurrió apenas hace un par de años.

Además de haber sido su pareja, René, quien la descu­brió en 1981, cuando llegó a su oficina el demo de una niña de 13 años, canadiense, y que tenía todo el potencial para convertirse en la nueva es­trella de su país. S

us primeros logros, junto a su ya representante, fueron ganar el Festival Mundial de Canción Popular Yamaha y Eurovisión, en 1982 y 88, respectivamente.

Fue hasta 1990 cuando entró al mercado anglosajón con el disco Unison, el pri­mero grabado en inglés, pues había labrado su voz sólo en francés.

Sus ganas de llegar a ser como Michael Jackson la impulsaron; sin embargo, su golpe de suerte llegó hasta el quinto álbum: Let’s talk about love, en 1997, específicamen­te con el tema My heart will go on, que forma parte de la ban­da sonora de la cinta Titanic.

Es su tema más popular, ha sido su sello desde hace casi 21 años, pues es el que más copias ha vendido, con 18 mi­llones. Incluso, la cantó el año pasado en los premios Bill­board como parte del vigési­mo aniversario de la película.

Su carrera incluye cola­boraciones con Diana King, Luciano Pavarotti y Stevie Wonder, entre otros.