Mariana Yampolsky; tesoro visual bajo custodia

La Universidad Iberoamericana resguardará, en su Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, el archivo de la célebre fotógrafa, que consta de 74 mil negativos y su biblioteca personal,integrada por once mil volúmenes

El pensamiento humanista y estético  de Mariana Yampolsky (Chicago,  1925-Ciudad de México, 2002) contenido en sus fotografías, grabados y libros quedarán bajo resguardo de la Universidad Iberoamericana. La Fundación Cultural Mariana Yampolsky, A. C. donó a esta casa de estudios el acervo artístico y la biblioteca personal de la artista para su conservación, difusión y, sobre todo, investigación.

Son 74 mil fotografías en negativos, 11 mil libros, además de una serie de grabados y textos que Yampolsky produjo en medio siglo de trayectoria. Son obras testimoniales del trabajo que la artista realizó en México a partir de su llegada en 1944. Fotografías que dan fe de sus recorridos a pie por comunidades campesinas, por pueblos tan distantes del proyecto de modernidad en la década de los 50.

Para Arjen van der Sluis, viudo y heredero de la fotógrafa que se naturalizó mexicana en 1954, el material visual y documental de la artista merecía estar bajo custodia de una institución académica no sólo por su valor estético e histórico, sino también por ser una puerta a nuevas lecturas sobre una época del México postrevolucionario, y un puente para estudiar el arte que se produjo en esas décadas.

“La obra no se limita a la fotografía, sino que también hay grabados de los que hizo en el Taller de la Gráfica Popular, registros de su trabajo en la Secretaría de Educación Pública donde ilustró el proyecto Colibrí. Es la obra que hizo del México profundo, el que no aparecía en los folletos de propaganda política, el México olvidado, el México del campo que ella adoptó y registró con su cámara”, comentó Van der Sluis previo a la firma del convenio que se realizó ayer entre la Fundación y universidad, ésta representada por su rector David Fernández Dávalos.

El acervo llega a la universidad en buen estado de limpieza, catalogación y guardado en soportes de conservación especiales; trabajo que realizó el equipo de la fundación desde la muerte de Yampolsky. En la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Iberoamericana, el material se guardará en una bóveda construida exprofeso para este acervo, con condiciones de climatización y espacios adecuados para guardar negativos e impresiones. El material estará disponible a consulta pública.

“Al final de su vida (Mariana Yampolsky) decidió que su trabajo debía quedar en México, y así nació la fundación que hizo mucho trabajo para conservar todo el acervo, hizo también 20 libros y exposiciones. Pero llegó un momento en que me di cuenta que debía pensar en el futuro del acervo de Mariana, y hace dos años decidimos donarlo todo a una institución y encontrar así el resguardo de las fotografías y los libros de arquitectura, arte, grabado, literatura e historia”, apuntó Van der Sluis, también presidente de la fundación.

Tanto el material gráfico como documental dan pautas para conocer en sus otras facetas a quien fuera la primera mujer en el Taller de la Gráfica Popular. Por ejemplo, destaca su labor en la educación, la promoción de artistas grabadores y sus ejercicios como museógrafa. Además los 11 mil libros abren  un panorama sobre su pensamiento artístico, y develan sus intereses particulares sobre la literatura y la arquitectura, que no necesariamente son explícitos en sus negativos en blanco y negro.
“Le interesaba el arte popular, el diseño arquitectónico y la fotografía como principales pasiones, pero también la ilustración, el dibujo y la narrativa, y todo esto se queda ahora abierto para nuevos estudios e interpretaciones”, refirió Teresa Matabuena Peláez, directora de la biblioteca.

De los ejemplares lo mismo hay títulos de Historia e Historia del Arte, Ciencias Naturales, Diseño gráfico, Costumbres y Tradiciones, que de idiomas o didácticos para niños. Incluso, la sección infantil de la biblioteca recuerda la época en que la fotógrafa se involucró en la Reforma Educativa entre 1974 y 1984, acotó su esposo.
Van der Sluis recordó que Yampolsky se preocupó por la educación infantil a partir del trabajo de su madre de origen alemán que fue profesora de educación básica en

Estados Unidos. Mientras que de su padre escultor y pintor aprendió un espíritu humanista.
Así cuando llegó a México a los 17 años de edad quedó asombrada las personas de a pie: mujeres, niños y hombres de casas humildes que siempre le preguntaban “¿Cuándo nos visita otra vez?”

En 1944 Yampolsky venía de visita a México sólo a conocer el Taller de la Gráfica Popular del que había escuchado en sus clases de arte en Chicago. Conoció primero a Pablo O’Higgins, luego a Leopoldo Méndez e hizo los primeros recorridos por los pueblos del país. Entonces se quedó hasta su muerte. “Coincidió con el espíritu humanista de la gente, sobre todo con los más frágiles. Conoció a su gente, su cultura y lo conservó en la fotografía para reconocerlos en esas imágenes de casas de colores, de niños juguetones, de mujeres de rebozo”, apuntó.

Entre las labores de la artista, más allá de la imagen destaca su trabajo como fundadora y profesora del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras del IPN; coeditora del Fondo Editorial de la Plástica Mexicana, editora de la colección Colibrí de la SEP, además fue miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana. Si bien se le reconoce como fotógrafa, empezó a experimentar con esta disciplina en 1948 a partir de registros personales, obra que expuso por primera vez en 1960. Ahora suman más de 50 exposiciones individuales en México y el extranjero.