México confía en poder anunciar “después de la Pascua” la conclusión de las negociaciones para la modernización de su tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE), afirmó hoy aquí el subsecretario de Comercio, Juan Carlos Baker.
Estamos muy próximos de la meta final. En los dos últimos meses, hemos podido reducir los temas en disputa”, afirmó en Bruselas, donde se reunió este jueves con el equipo negociador europeo para preparar la próxima ronda de pláticas, prevista para “después de la Pascua”.
Será una ronda para ver si esta vez el nivel de progreso es suficiente como para, idealmente, hacer un anuncio. Estamos optimistas”, aseguró Baker.
Sin embargo, el funcionario aclaró que el objetivo de ambas partes no es respetar una fecha específica, sino lograr un acuerdo “ambicioso”.
Si logramos concluirlo ahora será fantástico, pero si tenemos que tomar otros seis meses, tanto México como la UE prefieren no apresurarse. Tendremos el acuerdo que merecemos”, afirmó.
Según el subsecretario Baker, el gobierno mexicano ha dado un gran paso para avanzar en el proceso al aceptar negociar un posible acceso para los europeos en el mercado subfederal de licitaciones públicas.
México empezó con una posición en la que decía ‘no incluiremos (licitaciones públicas a nivel) subfederal’. De ahí pasamos a ‘bueno, déjeme ver cómo lo podemos hacer’. Es un paso enorme. Ningún socio comercial de México tiene (acceso a) licitaciones públicas subfederales”, enfatizó.
En el caso de la UE, la concesión manejada por el gobierno mexicano “puede no ser inmediata, puede no ser un acceso completo horizontal, quizás incluya solo algunos sectores y algunas entidades”, precisó Baker.
En contrapartida, México espera obtener de la UE un mayor acceso para sus productos agropecuarios, en especial la miel y la carne de pollo y de vacuno.
Los dos últimos son productos sensibles para los europeos y el principal punto que bloquea desde hace 20 años la conclusión de un tratado comercial con el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Cuando hablamos de las condiciones que nos permitirían a las dos partes cerrar un acuerdo, sabemos que un acuerdo que no tiene ese elemento (de licitaciones subfedereales) para la UE es difícil de vender, así como no tener un acceso substancial al mercado para los productos agrícolas mexicanos es difícil de vender para mí”, afirmó Baker.
Sin embargo, el capítulo que está más lejos de cerrarse es el referente a las reglas de origen para los vehículos fabricados en México exportados a la UE.
El país exige “más flexibilidad”, de manera que todos los productores instalados en su territorio puedan beneficiarse del acuerdo comercial bilateral.
En la actualidad los vehículos enviados por México a la UE deben tener como mínimo un 60 por ciento de sus componentes fabricados en uno de los dos territorios, mientras que el otro 40 por ciento puede ser de procedencia extranjera.
La industria instalada en territorio mexicano, principalmente los fabricantes japoneses y coreanos, preferiría reducir la proporción de componentes nacionales para 25 por ciento, pero el gobierno se contentaría con 55 o 45 por ciento, cifras que los europeos han aceptado en negociaciones con otros socios, como Japón, explicó Baker.
México también está de acuerdo en mejorar el acceso a su mercado para los lácteos europeos, lo que Baker considera un interés “legítimo”, pero no aceptará una liberalización total, como pide Bruselas.
La UE argumenta que Estados Unidos ya disfruta de ese trato en el país y exige lo mismo.
No podemos hablar de una apertura total del sector lácteo en México y hemos sido muy claros en ese punto”, dijo el negociador mexicano, tras subrayar que se trata de un sector “muy sensible” para el país e incluye una variedad de productos, entre ellos el queso.
La única manera de contemplar una liberalización total como la que disfruta Estados Unidos sería en el marco de un acuerdo como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que elimine los aranceles bilaterales para todos los productos, “incluyendo el banano”, altamente sensible para los europeos, afirmó Baker.
Sin ese contexto, lo que México ofrecerá será reducciones parciales de tarifas o mayores cupos para determinados productos, explicó.