El Ídolo, Andrade «Cien» Almas, hoy disfruta de portar el oro alrededor de la cintura en la empresa más grande y popular de lucha libre en el mundo como WWE, pero esto es la recompensa a muchos sacrificios y a la voluntad de romper barreras.
El mexicano, vigente monarca de NXT que tendrá su próxima defensa en TakeOver: New Orleans el 7 de abril frente a Aleister Black, platicó con Mediotiempo sobre qué tan difícil fue llegar y adaptarse a las «grandes ligas».
«Es difícil entrar en el mundo de WWE, pero no imposible, tienes que ir con una mentalidad abierta para hacerle cambios tanto a tu personaje como a tu estilo, porque no puedo regresar con un estilo de WWE aquí a México, no puedo ir a Japón con el estilo WWE, es difícil.
Te tienes que adaptar a la empresa en la que estás y al estilo, al producto que vende y compra la gente», dijo.
En sus primeros meses con WWE, las críticas fueron severas y los aficionados parecían darle la espalda al no aceptar el personaje, sin embargo, Andrade entiende que es parte de la profesión.
Ahora, ha logrado cambiar esa animadversión por aplausos, destacando la lucha contra Johnny Gargano del 27 de enero en NXT TakeOver: Philadelphia, catalogada ya como una de las mejores en la historia de la empresa.
«Estoy haciendo las cosas lo mejor que puedo y me estoy preparando para hacerlas mucho mejor, si la gente me apoya está bien, pero siempre van a haber críticas y es bueno, si no hubiera críticas es que estás pasando desapercibido»
Sabedor de que su oportunidad en el elenco principal de WWE podría estar muy cerca.
El Ídolo trabaja a conciencia esperando ese momento y llegar a lo más alto de la «pirámide».
«Me estoy preparando para ser lo mejor de lo mejor y si llego a ser leyenda, mito, ícono, si llego a ser todo eso es porque estoy haciendo bien las cosas. Yo me preparo para ser el mejor, era mi sueño obtener este campeonato (NXT) y voy por más campeonatos», comentó.