Biarritz, de magia costera

El ambiente surfero, la cocina vascarancesa ejemplar y el encant de esta ciudad costera la convierten en un destino imperdible.

¿Por qué ir? Este rincón al suroeste de Francia ha atraído por sus aguas curativas desde los días de Napoleón III. Para algunos, sus spas de alta tecnología pueden haber suplantado un chapuzón en el mar del Atlántico, pero éste sigue siendo un lugar para relajarse. Biarritz fue el primer lugar donde se practicó el surf en Europa y, hasta la fecha, miles de personas llegan aquí para montar sus olas. Otros prefieren lanzar los dados en su famoso casino.

¿Qué hacer? Comienza con una caminata por su largo y alegre malecón hasta el Casino (casinosbarriere.com), con su fachada al estilo de los años 20. Extendiéndose hasta donde la mirada puede alcanzar, está la playa La Grande Plage. Alquila alguna de sus icónicas carpas rayadas o extiende tu toalla y disfruta de la brisa marina.

Continúa hacia el sur, pasando por el antiguo puerto pesquero, Port des Pêcheurs, hasta el acuario de Biarritz, donde podrás maravillarte con las siete especies de tiburón que habitan el lugar y reunirte alrededor de los tanques de alimentación de focas.

Otra buena opción es pasear por un camino rocoso hasta Rocher de la Vierge, que ofrece vistas espectaculares desde un arco que se encuentra debajo de una estatua de la Virgen María.

Desciende a la cala de Plage Port Vieux o hasta La Côte des Basques, el mejor lugar de la ciudad para remontar las olas. Reserva una lección en una escuela de surf u observa a los expertos poner a prueba sus habilidades en uno de los torneos de la ciudad.

En las inmediaciones de este lugar encontrarás la impresionante Cité de l’Océan (citedelocean.com), donde podrás vivir una experiencia de surf virtual con sensores cinéticos que miden tu balance mientras te adentras en la vertiginosa ola de Belharra o el tubo perfecto de Mundaka. De vuelta a la ciudad, deleita tus sentidos en el mercado de Les Halles (halles-biarritz.fr) y prueba el jamón de Bayona, los rojos y brillantes pimientos de Espelette y las ostras locales.

¿Dónde quedarse? El Hôtel du Palais (hotel-du-palais.com) fue construido para ser la villa vacacional de Napoleón III y su esposa Eugénie en las dunas de La Grande Plage. Es un símbolo del apogeo de la ciudad, cuenta con una piscina esculpida y habitaciones elegantes.

 A una corta distancia está Hôtel de Silhouette (hotel-silhouette-biarritz.com), lleno de toques excéntricos. El edificio del siglo XVII que lo alberga es una oda a la comodidad y al diseño contemporáneo, desde sus habitaciones insonorizadas hasta su tranquilo jardín con peculiares esculturas de ovejas. Villa Koegui (hotel-villakoegui-biarritz.fr) ofrece una buena noche de sueño con un diseño contemporáneo y la sensación de estar en familia.