Desde que murió su hijo Claudio Reyes hace casi cuatro meses, la tristeza se convirtió en la compañía de la octogenaria actriz María Rubio.
Ese desconsuelo se sumó a la frágil salud de la artista, que abandonó los escenarios hace cinco años cuando empezó a tener problemas para caminar debido a la artritis y a que los años de inhalar humo la obligaban a utilizar un tanque de oxígeno.
Al conocer este jueves la noticia de la muerte de su suegra, Georgina Pedret comentó que la partida de la inolvidable Catalina Creel de la novela ‘Cuna de Lobos’ constituía un reencuentro esperado con su hijo muerto en un accidente automovilístico el pasado 11 de noviembre.
“Créeme que María no está mal. Creo que muy en el fondo no hay que sufrirlo sino agradecerle a la vida y a Dios que ella logró lo que quería. El día del sepelio de Claudio ella pidió que Claudio viniera por ella e irse con él. Verdaderamente estoy sorprendida de que en tan poco tiempo lo haya logrado”, afirmó Pedret a Univision Entretenimiento.
Así mismo, comentó que su suegra recibió apoyo de un sacerdote y de sus amigas cercanas para superar la pérdida de su hijo, además de que a los 83 años, edad en que falleció, la actriz tenía total claridad mental. En noviembre pasado, acudió al velatorio de su hijo en silla de ruedas y conectada a un tanque de oxígeno ya que padecía de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
María Rubio se quedó dormida y ya no despertó
Se quedó dormida. No sufrió, no fue doloroso, simplemente se durmió, contaron familiares de María Rubio la noche del jueves durante su velorio en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas.
El cuerpo de la actriz estuvo rodeado de flores blancas enviadas por sus conocidos y amigos, quienes llenaron la sala acompañándola y recordando anécdotas sobre su vida.
“Al final mi suegra se fue en paz, lo que ella quería era estar con Claudio y ya hasta con él. Ella ya estaba cansada, es una mujer mayor y perder un hijo fue duro… no hay edad en la que uno pueda aminorar el dolor”, dijo Gina, nuera de María y viuda de Claudio Rubio, hijo de la actriz fallecido a finales del año pasado en un accidente automovilístico.
Señaló que muchos amigos de ella estuvieron siempre pendientes y presentes. Por otro lado, Fernanda, su nieta, compartió que la villana más querida de la televisión era la mejor abuelita del mundo.
“Me contaba todas sus anécdotas, sus experiencias. Y gracias a Catalina Creel pasé muchas materias en la escuela”, bromeó.
Fernanda compartió que su abuela padecía enfisema pulmonar pero lo tenía controlado y no podía caminar, pero de ahí en fuera estaba completamente lúcida, bromista como siempre. En el lugar se dieron cita muchos actores como Patricia Reyes Spíndola, quien además era una de las amigas más cercanas de María, Laura Zapata y Alejandro Camacho, quien señaló: “Me quedo con esas carcajadas que yo tenía con ella y con la gente que celebramos en su casa varios años nuevos y varias navidades. Éramos muy amigos”.
El actor compartió escenario con ella en dos telenovelas, “Cuna de Lobos” e “Imperio de Cristal”. Ahora que María ha partido, deseó también que ya se encuentre con su hijo Claudio.
“Deben de estar juntos haciendo una fuerte estratagema para cuidar a todos sus familiares que se quedaron aquí”.