En Puebla están en el olvido unidades para combatir al crimen

En medio de la ola de asesinatos que azotan al estado de Puebla, la Unidad de Atención Temprana y la Unidad de Investigación Criminal, construidas en Izúcar de Matamoros, se encuentran convertidas en un elefante blanco.

Inauguradas en enero de 2017, las oficinas tuvieron un costo de 16 millones 393 mil pesos, pero 13 meses después, el gobernador del estado, José Antonio Gali Fayad, no ha destinado recursos para su equipamiento ni contratación de personal.

De esta forma, el inmueble se encuentra olvidado y en franco deterioro, a pesar de que en los últimos meses, los índices delictivos han ido en aumento.

El plan era que en la Unidad de Atención Temprana y la Unidad de Investigación Criminal se asentaran los Ministerios Públicos, la Agencia Estatal de Investigaciones y medios alternativos.

Se supone que el inmueble entraría inmediatamente en operaciones, ante la gran necesidad que existe de tener un mayor espacio, debido a que la casa de justicia ya es insuficiente.

Pero el día de hoy, la Unidad de Atención Temprana y la Unidad de Investigación Criminal lucen vacías, sin equipo y en el olvido total.