Alejada del ajetreo y el bullicio citadino, en 1999 se comenzó construir esta casa donde podrás descansar y sumergirte en un mundo mágico.
El inmueble cumple con todas las características del estilo Tudor: la madera, los muros gruesos, los techos empinados y hasta los verdes jardines.
Aunque, de pronto, la residencia pudiera remontarnos a Londres, la realidad es que es muy mexicana, desde los arquitectos que participaron en el proyecto hasta la procedencia de la madera de pisos y muebles.
Afuera, el jardín es una réplica del que perteneció a Ana Bolena, solo que este es más grande y tiene una altura de dos metros con 15 centímetros, mientras que su superficie forma un cuadrado que mide 34 metros en cada lado.
El lugar es la sede tanto de distintos eventos sociales como de excursiones escolares e incluso el dueño ha permitido que se realicen ahí grabaciones, filmaciones o solamente subir a la segunda planta para tomar una foto panorámica de la hermosa vista hacia el jardín o hacia la ciudad, para después recorrer el laberinto que, dicen, el visitante promedio termina en 15 o 18 minutos.
¡Suerte!