Un misterio, la salud de Schumi

A orillas del Lago  Leman, en la localidad suiza de Gland, no muy lejos de Ginebra, sigue ingresado Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo. Ingresado, sí, aunque esté en su mansión, donde se ha habilitado una habitación especial para su tratamiento con un amplio equipo de especialistas contratados. ayer, viernes 29 de diciembre, se cumplieron cuatro años de su terrible accidente esquiando y el misterio sobre su estado de salud continúa.

La cabeza de Schumacher, que cumplirá 49 años el 3 de enero, chocó violentamente contra una piedra en la estación de esquí de Meribel el 29 de diciembre de 2013. El alemán se cayó esquiando y el golpe reventó su casco, produciéndole graves daños cerebrales.

En concreto, un severo traumatismo craneoencefálico, con hematomas intracraneales y edema cerebral difuso.Desde que hace cuatro años tuviera el grave accidente, muy poco ha trascendido sobre el estado de salud de Schumacher. “La condición física de Michael ayuda y hay leves señales de esperanza.

La familia se aferra al milagro médico de su recuperación”, reveló un amigo hace poco. “Está ahí, luchando”, añadió Jean Todt, máximo responsable de la FIA. Hace algunas semanas, el ex manager de Schumacher, Will Webber, criticaba públicamente este hermetismo y reclamaba el derecho de los fans del alemán a conocer su verdadero estado de salud. No es más que un capítulo más en esta triste historia.