Al rescate del Estado de Derecho

En los últimos días de este caótico año 2017, que  está por concluir, llama la atención dos aconteci mientos acaecidos en el Estado de Chihuahua que tienen que ver con la justicia y el Estado de Derecho, ambas cuestiones tan deterioradas en el país, razón por la cual se estiman como asuntos que rompen con la excepción a la regla general donde prevalece la impunidad.

Ambos son relevantes, el primero de ellos inclusive fue nota internacional al descubrirse todo un entramado encaminado a sacar recursos de la Secretaría de Hacienda a través de triangulaciones con gobiernos estatales a efecto de destinarlos a las campañas electorales del PRI, culminando con la detención del coahuilense Alejandro Gutiérrez, acusado de ser el operador de esas actividades.

El segundo, de no menor importancia por su trascendencia nacional, se refiere a la captura de uno de los autores que participaron en el cobarde asesinato de la periodista Miroslava Breach Velducea, Juan Carlos Moreno Ochoa, alias «El Larry o el WA», ligado a carteles del crimen organizado y, por lo visto dedicado a realizar actividades como sicario.Ambos asuntos son paradigmáticos por todo lo que representan al tener un mar de fondo; en cuanto al primero, el utilizar las instituciones públicas más importantes del país a efecto de hacer trampa para mantenerse en el poder, es todo un desesperado esquema de complicidades carentes de escrúpulos, apátridas y cínico comportamiento, que nos hace pensar en la participación y conocimiento de las altas esferas de funcionarios del partido-estado.

En relación al segundo, nos conduce a pensar en la relación de la delincuencia organizada y sus vínculos con la actividad política en una franca colusión, a grado tal, que sin ningún pudor, temor o arrepentimiento, son capaces de cegar la vida de personas por el simple hecho de ejercer su derecho a la libertad de expresión.Ese es el México actual, el de las trampas desde el poder utilizando las redes de complicidad y a las instituciones del estado por una parte y, por otra, los permanentes y cobardes asesinatos de quienes se atraviesan denunciando anomalías y excesos.

Es por ello, el reconocimiento al gobierno de Chihuahua, que en su afán de recuperar el Estado de Derecho, da muestras de voluntad política con pasos inequívocos para rescatar la confianza y credibilidad de la sociedad. Es obvio que en esos casos se trata de la punta de la madeja, pues resulta una obviedad que los detenidos no son los únicos participantes en los ilícitos, seguramente en próximas fechas dados los primeros pasos nos iremos enterando de los avances en las indagatorias.Como bien dice el refrán de Sancho Panza: «Mientras se gana algo, no se pierde nada»