El Manchester United cumplió ante el CSKA Moscú y ganó 2-1 para clasificarse como líder del Grupo A para los octavos de final en un encuentro en el que el cuadro ruso necesitaba un milagro y asustó en la primera parte y sucumbió a la lógica en la segunda.
El equipo de José Mourinho tenía todo a favor para sellar su pasaporte hacia la siguiente ronda. Sólo una auténtica hecatombe podía dejarle fuera. El cuadro ruso, por su parte, necesitaba ganar y esperar un tropiezo del Basilea en el Estádio da Luz. Marcar más de media docena de goles al United era una auténtica proeza, pero por lo menos iban a ir a por los tres puntos y a esperar.
El CSKA salió al césped de Old Trafford bien plantado. Por lo menos, durante los primeros veinte minutos consiguió retener la pelota.La primera ocasión la tuvo Marcus Rasford con un disparo al palo. Fue Shaw quien más lo intentó. Primero, con un disparo peligroso desde el borde del área que salvó Igor Akinfeev con una buena estirada.Al borde del descanso, descuidó su espalda y Mario Fernandes llegó hasta la línea de fondo para ceder la pelota a Vitinho, que estaba dentro del área pequeña esperando el remate.
Lo consiguió, la pelota rebotó en la espalda de Alan Dzagoev y el 0-1 subió al marcador.En ese momento, el mismo resultado lucía favorable para el Basilea a muchos kilómetros de Old Trafford. El CSKA cumplió en la primera parte y necesitaba aguantar en la segunda y esperar. Sin embargo, el Manchester ya no concedió ni un minuto más de dominio y salió a por el partido tras el descanso.La lógica se impuso. Primero marcó el belga Romelu Lukaku, con una buena volea tras un pase del francés Paul Pogba.
Y justo después, fue Rashford quien no desaprovechó una asistencia de Juan Mata.La ilusión del CSKA se diluyó. La misión ya era imposible y Mourinho, con un enfrentamiento ante el Manchester City en el horizonte, dio minutos a jugadores menos habituales.