Drama ruso para Geraldine Bazán

El rompimiento entre Geraldine Bazán y Gabriel Soto poco a poco va adquiriendo tintes de melodrama, en este caso, de “novela rusa”. Y es que una de las relaciones que pintaba para ser de las más sólidas en la farándula se fracturó de manera irremediable esta semana, cada vez con más nombres involucrados.
Y es que Geraldine Bazán destapó los motivos que provocaron su rompimiento con Gabriel Soto, quien desde agosto pasado comenzó los trámites de divorcio, proceso legal que esta semana se hizo público gracias a que el propio histrión lanzó un comunicado, con la intención de que el trámite se mantuviera en la medida de lo posible en lo privado, aunque hasta ahora, ha sucedido exactamente lo opuesto.

Ante la lluvia de rumores que se han desatado, Geraldine decidió romper con el silencio. La actriz, de 34 años, confesó que la tercera en discordia en su matrimonio no era Marjorie de Sousa —como habían apuntado los múltiples rumores—, sino la también artista Irina Baeva, protagonista de la telenovela “Me declaro culpable”.

Las palabras de Bazán corrieron como pólvora entre los medios de comunicación e hicieron chispa instantánea entre la llamada prensa rosa. Y es que la aún esposa del galán de “Caer en tentación” afirmó que la originaria de Rusia es la causante de su separación, aunque evitó dar más detalles de la infidelidad que sufrió por parte del actor, quien conoció a Baeva en 2016.

Gabriel e Irina, amor prohibido

El nombre de Irina Baeva ha comenzado a ganar espacio en los medios mexicanos en años recientes, aunque hasta ahora, había sido por motivos exclusivamente profesionales.

La actriz de origen ruso debutó en las novelas mexicanas con “Muchacha italiana viene a casarse” en 2015 y luego formó parte del elenco “Pasión y poder”.

Fue en mayo de 2016 que el camino de Irina se cruzó con el de Soto, cuando ambos coincidieron en el drama “Vino el amor”. El proyecto implicó que los dos viajaran bastante, dado que varios capítulos se grabaron en los viñedos de Napa y Sonoma en San Francisco, California.

El papel de Baeva se llamaba “Luciana”, una mujer que trabaja en unos viñedos y se enamora de un apuesto hombre de nombre “David”, encarnado por…Gabriel Soto. La interacción entre ambos, al menos en la ficción, involucró múltiples escenas de besos.

No fue el único proyecto donde ambos coincidieron y viajaron. Luego de la novela, estuvieron en la obra “¿Por qué los hombres aman a las cabronas?”,  con Cecilia Galeano, puesta que los llevó de gira por el interior de la República.

De momento Geraldine no ha ampliado sus comentarios, aunque a través de redes sociales, Irina agradeció “a todos mis fans por su apoyo y por estar siempre. ¡Los quiero!”.

Campo de batalla

El Instagram de Irina Baeva (www.instagram.com/irinabaeva) se ha convertido en un ring para que los fans de la actriz de raíces rusas, de Geraldine Bazán y de Gabriel Soto, quienes luchan por el honor de sus respectivos ídolos.

Están desde aquellos que la acusan de “destruir una familia” (Bazán y Soto son padres de dos niñas), hasta quienes no dejan de notar que nadie más que los involucrados conocen la verdad.

La cuenta de Gabriel Soto (www.instagram.com/gabrielsoto) también se volvió campo de batalla. Allí las seguidoras del actor acusan a Geraldine de “egocéntrica y manipuladora”, e incluso están los que insisten en que fue Marjorie de Sousa la culpable del rompimiento de la pareja.