Sexo seco: una práctica dañina y dolorosa

Distingue la línea que hay  entre dar el placer a tu pareja y pasar un buen rato juntos a hacer cosas que no quieres o que te causan dolor aunque él se retuerza de placer. No hay nada de malo en negarte enérgicamente a una práctica que dañe tu salud por más que el otro te ruegue por hacerlo.Se dio a conocer en las redes sociales y está causando gran asombro, pero al parecer en África esta práctica sexual se hace desde muchísimo tiempo atrás.El principal objetivo del sexo seco, con la falsa creencia de que, al retirar toda la humedad de la vagina el hombre tendrá más placer, las mujeres se arriesgan a graves infecciones y elevan el peligro de contraer enfermedades de transmisión sexual, especialmente el VIH-SIDA.

Tener sexo seco es una de las propuestas de las que quizás algún día escucharás. Probablemente te verás tentada porque pensarás que es algo nuevo y que «¿por qué no?», pero luego de conocer sus consecuencias, sabrás que tienes que negarte por completo. Según una investigación del Instituto Guttmacher, ésta es una práctica habitual en África, específicamente en Sudáfrica, Senegal, República Democrática del Congo, Camerún, Malawi, Zambia, Kenia y Zimbabwe; también es común en Indonesia, Arabia Saudita, Haití y Costa Rica. Pese al paso de los siglos, aún hoy es una costumbre recurrente. La investigadora Karen E. Kun, quien está a cargo de esta investigación, asegura que «estas prácticas sexuales, también pueden aumentar el riesgo de VIH de las mujeres cuando estas prácticas provocan irritación e inflamación genital», además de severas lesiones, infecciones y heridas que pueden producirse sometiéndose al dry sex.Sin embargo, al estar normalizado por la comunidad, las mujeres no pueden negarse a mantener relaciones sexuales con sus esposos.

Injusto, machista y contrario a todos los derechos humanos, ciertamente y con todo eso, en lugar de erradicarse, esta práctica se ha comenzado a extender por todo el mundo.La razón fundamental de esto es tan ridícula como espeluznante: y es porque a los hombres les gusta.

El argumento es que una vagina seca produce mayor fricción y más tensión, lo que es “más placentero”, claro, para ellos. Además, con este retorcido razonamiento, los hombres justifican el no-uso del condón; dicen que tienen que “cerciorarse” de que la vagina, en efecto, esté seca. Naturalmente, las ETS se propagan de manera vertiginosa, incluyendo el VIH. Como si esto no fuera suficiente, los hombres de estas comunidades se han hecho de un argumento completamente fuera de la realidad con el único propósito de legitimar su egoísta preferencia. Argumentan que las mujeres con la vagina húmeda significa «un indicador de que han sido infieles o que están tomando anticonceptivos», algo que, según ellos «no pueden hacer».

Para este insano y misógino propósito, las mujeres se someten a peligrosos métodos: «las sustancias que se insertan en la vagina para garantizar la sequedad y la tensión pueden incluir piedras, hojas, polvos, hierbas, agua, trapos secos, antisépticos, productos farmacéuticos y papel higiénico o de tocador», naturalmente, esto lacera de manera irreparable la vagina.Debido al constante uso de sustancias secantes, las vaginas se ven expuestas a quemaduras que destruyen por completo la armonía de la mucosa vaginal necesaria para prevenir infecciones y una buena salud.

Esto trae consigo picores inaguantables, dolor a la hora de orinar, irritación con el roce de la ropa interior y ardor al estar sentadas o caminar.Las mujeres que son sometidas culturalmente a tener sexo seco —porque claramente son sometidas; o bien de manera explícita por parte de sus parejas o bien de manera sesgada por parte de una cultura que espera que expongan sus cuerpos y sus vidas al placer masculino, aunque duela—.La misoginia —que siempre encuentra maneras enmascaradas de manifestarse— del sexo seco se ha extendido de manera global.

Cada vez más hombres europeos y americanos piden a sus parejas que se sometan a secar sus vaginas.No es una fantasía erótica que valdría la pena intentar para conectar con tu pareja, no es un guilty pleasure de tu novio que podrías intentar para darle un nuevo aire a la relación, no es una “travesurita” o “manera de experimentar” el sexo; incluso, no es una práctica bondage a la que tienes que atreverte alguna vez en tu vida para explorar todas las posibilidades del sexo: es una cruel, dañina, insalubre y machista práctica que pondría en riesgo no sólo tu salud, sino tu vida.Definitivamente es un asunto de clases. Entre las mujeres que están menos informadas y menos educadas hay una ignorancia increíble alrededor de la vagina.

La gente cree que si estás con un tipo que tiene un pene más grande significa que tu vagina va a estar así de grande. Y si terminas con él y te vas con un tipo con un pene más pequeño, vas a seguir igual de grande y él sabrá que tuviste sexo con tipos con penes más grandes. Él será consciente de esto y no va a querer estar contigo. La reputación de una mujer depende del tamaño de su vagina.