En tierras ancestrales de las etnias tének y náhuatl, colindante con la Sierra Gorda, se encuentra Xilitla, San Luis Potosí, en donde tradiciones centenarias florecen, y cada mes de octubre los indígenas preparan la plaza blanca de Xantolo, su versión del Día de los Muertos menciona un reportaje de turismo libre del periódico The Guardian, de Londres, Inglaterra.
La publicación de impacto internacional da a conocer que en lo alto de las colinas de ese lugar están las tierras y las creencias de los huastecos, en sus pueblos, en granjas de café, laderas escarpadas y poderosas cascadas se prepara el Xantolo con caléndulas, calaveras de azúcar, altares con flores y decoraciones de esqueletos.
A diferencia del 1 y 2 de noviembre, Día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, respectivamente, Xantolo es una ruidosa fiesta de varios días en la plaza del pueblo, primero. Es el Día de los Muertos en un ambiente carnavalero del 29 de octubre al 2 de noviembre, en toda la zona huasteca, que en San Luis Potosí ocupan 20 municipios.
Con máscaras de madera que representan ancianos, cráneos, animales y demonios, los indígenas bailan por cinco días y también venden otros disfraces faciales elaborados con papel maché.
La música se escucha durante cinco días, producto del arte interpretativo de una banda de tres instrumentos: violín, el bassy huapanguero y el jarán que tocan música huasteca tradicional. Mientras, en el cementerio de la ciudad la multitud se reune y se pasan de boca en boca las botellas de aguardiente, en lo que llega la noche más solemne de todas: El primero de noviembre.
La vista es impresionante, unas cien personas, al menos, con vestidos largos, tocados con flores y pintura esquelética, portando una vela desfilan.
Posteriormente, un día después, las familias en sus casas se relatan historias sobre sus seres queridos que anteriormente fallecieron.
Xilitla es conocida por sus granjas de café, niebla perpetua, verdes colinas y un jardín surrealista construido por un inglés excéntrico, Sir Edward James. Se dice que su espíritu vive en la finca de Las Pozas, en donde la extraña estructura convive con la jungla.
Este municipio potosino cuenta además con la belleza natural de las casacadas de Tamul, de 105 metros de altura, pero también hay ríos para prácticas con kayak, a través de cuevas.
El diario The Guardian explica también a los turistas que desde Xilitla puede planificarse también una excursión hacia el Sótano de las Golondrinas.
Es el pozo de cueva más grande conocido en el mundo con 512 metros de profundidad, en donde moran pericos verdes y vencejos que emprenden impresionante vuelo cada amanecer.