Rinitis del recién nacido no los deja dormir ni respirar bien: Especialista

El número de horas que dormimos y los procesos de regeneración neuronal que se gestan durante el sueño son muy importantes para el cuerpo, para tener un buen desempeño en nuestro día y llevar una vida saludable.

Esto es principalmente importante en niños pequeños y bebés, quienes necesitan más tiempo/calidad de sueño para obtener un óptimo desarrollo neuronal. Dado a que suelen estar más activos en el día y gastan mucha energía, los niños requieren más horas de sueño para recuperar sus fuerzas y estar tanto alegres como saludables.

Sin embargo, muchas veces el sueño y el descanso de los niños y niñas se ve afectado por que no pueden respirar bien y esto los pone irritables, llorones y a los padres desesperados por no poder controlar esta situación.

Y es que es uno de los motivos, muy habitual es que los bebés desde pocas semanas de nacidos presenten molestias al respirar que por lo general no están relacionados con algún resfriado.

Esto se puede deber por un lado un congestionamiento causado por mocos que no pueden extraerse o por una rinitis del recién nacido, que es la inflamación de la mucosa nasal provocada por alergias, por reacciones ante algún virus de resfriado común o como lo explican algunos expertos, puede ser un mecanismo de adaptación de la mucosa nasal del niño o porque las fosas nasales se obstruyen con facilidad.

Los síntomas de las rinitis son congestión nasal y ocular, abundante mucosidad y no es raro que se acompañe de estornudos y picor nasal. Los síntomas no son tan evidentes en los recién nacidos, en los que los síntomas predominantes son la congestión, sobre todo nasal. En esta edad puede que presenten incluso poca mucosidad, ya que basta un leve componente de inflamación de la mucosa nasal para que se produzca el cuadro de congestión y ahí viene el problema para los padres, ya que al no saber o poder sonarse, los niños y niñas se desesperan al no poder respirar, no quieren comer, duermen mal y es evidente que les cuesta trabajo respirar.

Para mejorar la congestión hay técnicas desde el uso de una perilla o un hisopo  para extraer los mocos,  o poner con ayuda de una jeringa unas gotas de agua de manzanilla o suero fisiológico evitando que la cantidad pueda “atragantar” al bebé, también ayuda el elevar un poco la cabecera de la cuna, para que el bebé pueda respirar un poco mejor.

Medicamentos solamente deben ser administrados por un médico.

El uso de humidificadores ofrece además muchos beneficios, sobre todo si están pensados para el bienestar de los bebés y que ayudan además a hidratar el pelo y la piel, proporciona un sueño más reconfortante, ayuda a descongestionar las vías respiratorias, aporta la cantidad de humedad ideal en una habitación para generar un ambiente confortable.

Pronto se avecina la época invernal y se debe proteger la salud respiratoria de los niños y niñas, mediante las vacunas correspondientes a cada edad, el proporcionarles un ambiente limpio y sin humo de cigarro, la visita periódica al pediátrica, evitarles cambios bruscos de temperatura y sobre todo mucho amor.