“School for Justice”, la escuela que salva a niñas de la prostitución y las convierte en abogadas

Tiene la piel morena y el cabello negro y brillante como la obsidiana. Los ojos tristes y la mirada siempre la dirige hacia abajo. Alisha, así se llama esta pequeña que nació en la India y que ahora forma parte de las millones de niñas que son víctimas de la prostitución infantil en su país. Su nombre significa “protegida por Dios”, pero ella siente que justo eso es lo que le falta: protección.

Con no más de trece años, Alisha se ve obligada a atender hasta veinte clientes por día. Si no lo hace, amenazan con cortarla a pedazos con un cuchillo. Aunque en la India se trata de legislar este tipo de prácticas, muchas de ellas no son denunciadas porque las costumbres dictan vender a las menores a hombres mayores con el pretexto de casarlas con ellos, aunque lo que muchos de ellos hacen es venderlas como esclavas o rentarlas como prostitutas.

Pero quizá el infierno que viven niñas como Alisha tenga pronto fin, pues la fundación holandesa Free a Girl, quiere rescatarlas para no sólo alejarlas de la prostitución, sino también para convertirlas en las mejores abogadas para que, cuando ejerzan, sigan defendiendo a las pequeñas de los proxenetas indios.

En abril, la School for Justice, presidida por Evelien Hölsken, quien también fundó Free a Girl, rescató a 19 jóvenes que lograron sobrevivir al abuso de quienes las prostituían. No querían que su ayuda quedara ahí, así que decidieron ayudarlas a estudiar para que, posteriormente, pudieran ir a la universidad y estudiaran Derecho, así se haría una especie de cadena para que ellas defendieran a más niñas que sufren lo que ellas ya padecieron en su pasado.

Lo peor es que después de padecer la prostitución, las niñas deben enfrentarse a los prejuicios de la sociedad de la India, así que en esta School of Justice, también se les prepara psicológicamente para que les afecta lo menos posible el que las consideren “sucias” o “inútiles”. «En la India, estas jóvenes no son vistas como víctimas, sino como mujeres de mal vivir o simplemente demasiado inútiles para trabajar», declaró Evelien al Huffington Post.

Se enfrentan, incluso, al rechazo de sus propias familias, pero eso no las detiene para salir adelante. «La sociedad nos trata como algo ajeno, casi como un insecto que no tiene derecho a vivir o a formar parte de la sociedad. Mi familia sigue sin aceptarme», relató al mismo medio Kalyani, una pequeña rescatada por la School for Justice.

La fundación, aunque es holandesa, se permite ayudar a las niñas de la India para que el número de prostituidas se reduzca cada vez más. Actualmente rebasan el millón tan sólo contando a la prostitución. Apenas en mayo, en un video que resultó demasiado polémico, la fundación Free a Girl lanzó una campaña a nivel mundial en la que aparecían niñas manipulando juguetes sexuales.

Para evitar cualquier tipo de conflicto al presentar niños en el video, a cada una de las pequeñas que participó se le colocó un antifaz; de esta manera se protegió su identidad. Es imposible que las imágenes no provoquen algún tipo de reacción en quien las vea. Las niñas que aparecen al principio del video, manipulan los vibradores y les dan una interpretación graciosa con el poder de la imaginación. Sin embargo, al final de la reproducción, aparece una de las muchas niñas que son víctimas de la prostitución infantil en el mundo.

A través de donativos, Free a Girl y la School for Justice quieren rescatar cada vez a más niñas. Educarlas tampoco es gratis y con la ayuda de holandeses que quieren dar un futuro promisorio a estas niñas, la fundación aporta a su educación más de 2 mil 900 euros al año por niña. Todo esto conseguido por ciudadanos de Holanda, aunque se espera que la ayuda pueda llegar de todo el mundo en próximos meses.