Los millonarios de la actualidad heredaron la afición a los baños de sangre extraída de sus venas y/o de las entrañas de mujeres vírgenes de la condesa Elizabeth Báthory, así como lo que expuso el mito del príncipe de Valaquia, Vlad Draculea, quien bebía la sangre de sus enemigos en copas de oro después de empalarlos; todo con un objetivo: «la juventud eterna».
Más de 100 adolescentes de San Francisco, Estados Unidos, venden su sangre a personas millonarias con objetivos médicos personales, lo que se está transformando poco a poco en una moda peligrosa entre los jóvenes.
Según una publicación de la BBC, más de 100 personas ofrecieron transfusiones de sangre para pacientes con una alta solvencia económica. Estos procedimientos se llevaron acabo en una clínica de San Francisco donde cada ensayo clínico costó unos 8 mil dólares por transfusión de dos litros y medio de plasma, un elemento líquido de sangre que permanece después de utilizar una centrifugadora para eliminar ciertas células.
Este proceso se ofrece como un tratamiento experimental de rejuvenecimiento para personas en una edad avanzada o que buscan eliminar los signos del envejecimiento. La mayoría de los pacientes tienen, en promedio, 60 años de edad y su estatus económico es alto.
Jesse Karmazin es una de las principales fundadoras de este tipo de clínicas para el rejuvenecimiento, una científica experta en el tema que estudió en la Universidad de Stamford. En entrevista para el medio británico The Sunday Times, dijo que los resultados para los interesados son bastante alentadores.
«Esto ayuda a mejorar cosas como la apariencia o la diabetes, problemas cardiacos, memoria, etcétera. La mayoría de estos padecimientos por aspectos en común del envejecimiento, y ayudamos a revertirlo».
Aunque muchos expertos ven los tratamientos faciales de plasma sanguíneo como una solución a los efectos de la vejez, muchos jóvenes en los Estados Unidos buscan vender su sangre para obtener ganancias fáciles, o también, para generar un ahorro para el retiro. Sea para lo que sea, lo cierto es que dicha práctica puede provocar una reacción de anemia hemolítica en los casos muy extremos.
Estos descubrimientos se basan en estudios realizados durante los últimos 17 años por investigadores de la Universidad de Stamford. Ellos demostraron que la unión de sistemas circulatorios entre ratones viejos y jóvenes generaron un rejuvenecimiento en los órganos, músculos y células madre. Además, un estudio que se llevó acabo el año pasado reveló que el plasma de ratones jóvenes tuvo un efecto beneficioso al inyectarse a los roedores más viejos.
Sin embargo, los principales críticos de las transfusiones de plasma a cambio de dinero despertó una serie de preocupaciones en aspectos éticos. Según el neurocientífico Tony Wyss-Coray, no existe evidencia científica que respalde estos tratamientos en su totalidad.
Wyss-Coray aseguró que existen muchos peligros en estas transfusiones sanguíneas, por la posibilidad de contraer urticaria, lesiones pulmonares, enfermedades e infecciones fatales.
Mientras que otros críticos expresaron que estos tratamientos son una verdadera estafa. «La gente quiere creer que la sangre joven restaura los signos del envejecimiento, a pesar de que no tenemos pruebas que funcione en humanos y no entendemos el mecanismo en los ratones», dijo Wyss-Coray en entrevista a la revista MIT Technology Review.