El Partido Revolucionario Institucional, PRI, inicia hoy su XXII Asamblea Nacional en medio de una gran expectativa por saber hasta dónde podrán llevar los ajustes estatutarios que, algunos creen necesarios pero que, al llevar dedicatoria, es prestan al cuestionamiento y posible fracaso.
Para nadie es un secreto que los cambios a la plataforma estatutaria, cuyo escenario será la ciudad de Campeche, pretenden quitar “candados” a quienes ostenten la candidatura presidencial, e incluso acuñan “candidaturas externas” con miras a “vestir” de ciudadanas las 3 mil 447 candidaturas del 2018.
La eliminación de requisitos, como la militancia probada de 10 años mínimo y haber obtenido al menos una victoria electoral, lo que elimina a todos los plurinominales, son reformas estatutarias que darían la posibilidad de incorporar a un NO priísta como Antonio Meade yo Aurelio Nuño. En la candidatura presidencial.
Además de los Estatutos, los priístas abalizarán su Declaración de Principios, en Coahuila; el Programa de Acción, en el Estado de México, su Visión de Futuro, en Jalisco, y su Ética y Rendición de Cuentas, en Sinaloa.
¿MORIRÁ EL DEDAZO?
Ahí medirán fuerzas los grupos encabezados por Ivonne Ortega y Ulises Ruiz, ex gobernadores de Yucatán y de Oaxaca respectivamente, como parte retadora, y las huestes de Enrique Ochoa, presidente nacional del PRI y timonel de la estrategia peñista.
Desde su óptica, cada contingente tiene respetables puntos de vista: por parte de los ex gobernadores, el desoído reclamo de que la elección del candidato presidencial deje de ser propiedad del Presidente en turno y que la militancia sea tomada en cuenta. Reclamo pendiente desde la XIV Asamblea, cuando en la mesa de Puebla se acordó la Consulta a la Base, CB, para todas las candidaturas, menos la de Presidente de la República.
En los últimos días se dijo que los “disidentes” están dispuestos a eliminar el requisito de haber ganado algún proceso electoral, a cambio de que la elección del candidato presidencial sea por Consulta a la Base, CB, y no por “dedazo”, pero dieron un no rotundo al “candidato externo, porque pasaría por sobre los méritos de la militancia”.
CANDIDATO CIUDADANO
Por su lado los “oficialistas” presumen estar conscientes de que en esta Asamblea se juega el destino de su partido y consideran que “la oportunidad” está en el candidato externo o ciudadano, una figura de prestigio ético, moral, profesional y como servidor público, que les viene como anillo al dedo a los titulares de Hacienda y de la SEP.
Es obvio que en esta XXII Asamblea, en el PRI se hará “la voluntad de Dios en los bueyes del compadre”, por lo que de la reacción de Ortega y Ruiz dependerá que haya fractura o no aunque lo que se presume es que tras gritos y sombrerazos acaben disciplinándose.
Además del perfil de su candidato, el PRI cuenta con un favorable panorama en la economía interna del país y un flamante Sistema Anticorrupción para aspirar a mantenerse en Los Pinos.
La “temporada de jauja” llegará con los aguinaldos desde la primera quincena de diciembre hasta los comicios, haciendo que el pueblo se olvide de cosas como el “gasolinazo” con que abrimos el 2017 y la espiral inflacionaria que ha elevado hasta en 500 por ciento artículos como el jitomate o los aguacates.
BONANZA Y HONESTIDAD
También nos sorprenderán con promociones fiscales, apoyos y más empleos y crecimiento interno que, no sabemos como, logrará desacelerar la inflación y, por fin, mejorará el salario mínimo. Para que vea hasta donde los llevan las ganas de ganar.
Además, veremos acciones capaces de convencernos de que el PRI en el gobierno es el único partido político capaz de poner freno a la corrupción que han detentado los políticos de todos los partidos políticos.
En SLP no hubo la efervescencia de otras entidades porque no hay grupos afectados, aún, por los cambios pretendidos, p4ero se trabajó en su organización.
Previo a la trascendental Asamblea, se realizaron asambleas en los 58 Ayuntamientos, donde hubo un registro de mil 100 participantes, así como una asamblea estatal donde eligieron a 82 Delegados a la XXII Asamblea Nacional de entre mil 472 participantes, una participación escasa si se toma en cuenta que aquí ya se están rifando todas las candidaturas del próximo año.
UBER, LA MALA NOTA
En total, la delegación potosina tiene alrededor de 200 delegados, comenzando por el gobernador Juan Manuel Carreras, consejeros estatales, dirigencia partidista, Presidentes municipales y delegados de sectores y organizaciones y se que al menos a nivel local, no hay barrunto alguno de fractura.
Y, no sin antes consignar el reinicio de actividades administrativas en la UASLP, donde desde el lunes volvieron a la actividad mientras que el grueso de sus más de 29 mil estudiantes lo harán hasta el lunes 14 de agosto; que la FENAPO sigue con altas afluencias en sus instalaciones donde la única mala nota la pone Uber, que sigue sin registrar sus conductores en la SCT, medida obligatoria para que la dependencia pueda garantizar la seguridad del servicio y la integridad de los pasajeros; aquí nos leemos el próximo domingo.