Luego de los cambios de los Yankees, Girardi debe llegar a los playoffs o podría ser despedido

Ya no hay más excusas para el manager de los Yankees de Nueva York Joe Girardi. Todas las giras de despedida de las leyendas de los Yankees son un lejano recuerdo.

Los viejos ya se han ido, llevándose con ellos todas las cuartadas. Ellos lograron quitarle parte de la carga a Girardi por haber conducido a sus equipos de $200 millones a un solo juego de playoffs desde 2012 porque no era su culpa, ya que en ocasiones sus equipos superaron sus diferenciales de carrera y sus rosters por debajo de lo esperado.

Pero ahora Girardi tiene los caballos en sus manos. Se espera que gane. Recae sobre él porque el dueño del equipo, Hal Steinbrenner, ha hecho su trabajo. Steinbrenner le permitió al gerente Brian Cashman que utilizara su pericia y experiencia para reconstruir la base de talento del equipo a todos los niveles en apenas 365 días.

¿El resultado? Como mínimo, los Yankees son co favoritos, junto a los Medias Rojas de Boston, para ganar el Este de la Liga Americana.
Pero si ellos fallan en ganar la división este, ellos podrían llegar a los playoffs como comodín, con equipos menores como los Rays de Tampa Bay y los Marineros de Seattle mirando desde las afueras.

Luego del trabajo hecho por la oficina central de los Yankees en la fecha límite de cambios, la presión ahora recae sobre Joe Girardi para que el béisbol de octubre vuelva a Nueva York. Kim Klement-USA TODAY Sports

Con las adiciones de Sonny Gray, Jaime García, Todd Frazier, Tommy Kahnle y David Robertson, y el regreso más temprano que tarde de Greg Bird, ellos tienen una alineación llena de talento, una sobreabundancia de abridores, y quizás el mejor bullpen en todo el béisbol. Girardi ya no tiene que dirigir a unos envejecientes Derek Jeter y Alex Rodríguez, intentando no solo vencer a los rivales, sino también al Padre Tiempo.

Por eso es que el trabajo de Girardi está en juego, o por lo menos debería estarlo. Girardi está en la temporada final de un contrato de cuatro años y $16 millones. Es un buen manager y buen soldado en la jungla corporativa de los Yankees.

Pero más importante aún, a Steinbrenner le cae muy bien, al igual que a Cashman. Pero al final en los deportes profesionales, eres juzgado por tu record. Hal no es como su padre, pero es difícil imaginar siquiera que le deje pasar una más a Girardi si el manager no logra llevar a los Yankees a octubre.
Girardi sabe lo que le han puesto en sus manos.

«Cuando miro a los dueños y a la oficina central, ellos nosh an dado una oportunidad de hacer algo especial aquí, y ahora tenemos que salir allá afuera a hacerlo», dijo.

A pesar de lo que Twitter pueda pensar en muchas noches de juego, Girardi suele tomar buenas decisiones en los partidos. Es un hombre que en gran medida se deja llevar por los números, pero eso hace sentido en una maratón de 162 juegos. Con sus jugadores, no se comporta como el Sr. Personalidad. Pero en general, ellos creen que él se preocupa por ellos y sienten que él los pone en una posición para tener éxito.

Pero en algún punto, si eres el manager de los Yankees de Nueva York, tienes que ganar campeonatos. O por lo menos llegar a la postemporada. Y ese momento es ahora.

Desde el primer día de los entrenamientos primaverales, Girardi ha tenido un poco de más emoción en su voz cuando habla sobre el talento de su franquicia. No caía en la hipérbole, sino que en ocasiones hasta susurraba en los laterales de la caja de bateo que este grupo de jóvenes — Aaron Judge, Gary Sánchez, Luis Severino, Gleyber Torres, Clint Frazier, Justus Sheffield, Bird, et al. – podría ser más talentoso que el Nucleo de Cuatro de Jeter. Es hora de transformar esa habilidad en ganar juegos importantes, especialmente luego que Cashman la sacara del estadio en el último par de meses de julio.

Los siguientes dos meses serán una especie de encrucijada para Girardi. Si puede sobrevivirla, tendrá la oportunidad de hacer algo especial como manager de los Yankees, e incluso podría llegar al Salón de la Fama. Se montó en los hombros de CC Sabathia y A-Rod para ganar un campeonato en su segunda temporada, en 2009. Quién sabe si estamos presenciando el nacimiento de otra dinastía.

Los Yankees tienen tanto talento joven en su organización y tanto dinero que saldrá de sus libros en los próximos años que podrían tener una corrida extendida.

Pero si esa corrida va a incluir a Joe Girardi, la misma debe comenzar ahora. Para el manager, debe ser llegar a la postemporada o recibir una carta de despido.