En la Conferencia Regional para América Latina y el Caribe, México presentó los desafíos de políticas relevantes en seguridad alimentaria y nutricional ante el pleno de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
México, en su calidad de presidente del 34 Periodo de Sesiones, presentó a través del coordinador general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Raúl Urteaga Trani, el informe del área.
De acuerdo con un comunicado, el funcionario federal destacó que entre los desafíos de esta zona del continente se encuentra generar políticas públicas en materia de seguridad alimentaria, así como transformar el sector rural, en particular el desarrollo territorial rural, la agricultura familiar y la inclusión socioeconómica e innovación.
Agregó que además se encuentran los retos del uso sostenible de los recursos naturales, la gestión de riesgos y la adaptación al cambio climático, dentro del nuevo marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El funcionario de la Sagarpa refirió que es importante ratificar la Agenda 2030, y reiteró el valor tanto del Marco de Acción de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición, como de la COP21, para enfrentar dichos desafíos.
Enfatizó dos importantes compromisos regionales: la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre 2025 y el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Señaló que estos instrumentos constituyen un marco fundamental para la aplicación del programa de trabajo de la FAO en la región para los próximos años.
Urteaga Trani propuso fortalecer la gestión de la FAO en la región para apoyar la creación de capacidades nacionales para lograr la transformación socioeconómica del sector rural, con especial atención a mujeres, jóvenes y pueblos indígenas.
Un tema destacado fue respaldar las estrategias de cooperación Sur-Sur, entre Sudamérica y África, así como apoyar el desarrollo de sistemas agroalimentarios sostenibles y saludables, además de la reducción de la pobreza rural en la región.
En este punto, el funcionario reconoció el impacto del cambio climático en el panorama agrícola y alimentario de esa región, y la necesidad de abordar el reto con un enfoque que combine respuestas a corto, mediano y largo plazos.