El nepotismo y la corrupción

Durante los últimos años en diferentes tonos y muy diferentes publicaciones se ha dicho que el problema del desarrollo político, económico y en muchos aspectos sociales, está ligado a la corrupción, ya que por ejemplo analistas internacionales han asegurado que para abrir un negocio en México se tiene que destinar necesariamente aproximadamente entre 15 y el 20% de la inversión a dádivas, propinas o mordidas, sino el expediente de quien desea establecer un negocio ya sea comercial, de servicios o de producción, tiene que ir aportando diversas cantidades, de lo contrario, su trámite se estanca, se complica y le hacen regresar al origen de la tramitología infinidad de veces; además de que si no es obsequioso con empleados y funcionarios públicos, una vez instalado le harán la vida imposible a su negocio con inspecciones, revisiones, supervisiones, en muchas ocasiones hasta quebrarlo.

Esto no es nuevo y es la principal traba tanto para inversionistas locales como extranjeros.

Le pondré un simple ejemplo: Si usted va a abrir un pequeño negocio por ejemplo una paletería, la Comisión Federal de Electricidad tardará lo que ellos quieran para ir a revisar la instalación eléctrica de su aún no abierto negocio y que por regla invariable encontrarán errores de cualquier tipo y si quiere usted el consejo para corregirlos, bueno, pues le costará dinero que tendrá que entregar “por abajo del agua” a los trabajadores de la C.F.E. de lo contrario, volverán a ir a su negocio y así se lo haya instalado algún experto con grado de doctorado en ese tipo de instalaciones, siempre habrá un pero hasta que usted “lubrique el trámite” con una buena mordida. Una vez cubierto este “trámite” le autorizarán la colocación del medidor de energía eléctrica que le cobrarán como indica la tarifa de la Comisión Federal de Electricidad y que es lo único que debió usted de pagar desde un principio.

Ahora si alguna sociedad pretende invertir alguna cantidad que sea de varias decenas o centenas de millones de pesos la situación de enfrentarse a un muy bien integrado sistema de corrupción es la misma aunque más compleja y ya no tratará con empleados de ventanilla, si no con jefes de departamento o directores, o titulares de secretarías; los resultados serán los mismos: o accede a pagar subrepticiamente entre el 15% o el 20% de la inversión total inicial o simplemente no le será abrir su negocio.

Ya después vendrán los “diezmos” que tendrá que pagar si se convierte en proveedor del gobierno en cualquiera de sus tres niveles.

Esto solamente es una faceta de la llamada corrupción en México.

Pero este sistema de corrupción tiene su engranaje más poderoso en el nepotismo en los tres niveles de gobierno, para poder “cerrar la tijera” en este gran negocio se necesita de cómplices incondicionales. Y para ello está la familia, además las “ganancias” quedan en el mismo círculo lo mismo que la información verbal y documental.

Así mismo en cuanto pudiera surgir algún indicio de investigación para eso están los parientes incrustados en toda la administración pública, para esconder lo que no quiera que se vea y para dar “el pitazo” a tiempo y “arreglar” lo que sea necesario.

Pero también la ambición hace que trasciendan a los trienios y sexenios, familiares cercanos o lejanos a presidencias municipales y gubernaturas para “taparse los unos a los otros” y poder seguir ejerciendo a plenitud la corrupción que ha sido el gran cáncer de los gobiernos de México. Por casualidad ¿sabe usted de algún caso de estos?.