El Ejército de Filipinas ha declarado hoy, por el final del mes de Ramadán o el Eid al-Fitr, un alto el fuego de ocho horas en la ciudad de Marawi (sur), ocupada parcialmente por yihadistas desde mayo y cuya liberación lleva al menos 375 muertos.
La medida permitirá a los musulmanes de allí que puedan celebrar las oraciones matinales y la comida del mediodía que marcan el final del mes musulmán del ayuno, explicó hoy el teniente general Carlito Galvez, del Comando de Mindanao Occidental, por la emisora de radio dzBB.
El militar añadió que no había ruido de combates esta mañana y que se han limitado a consolidar sus posiciones en Marawi, una población de unos 200 mil habitantes perteneciente a la provincia de Lanao del Sur, situada en la isla de Mindanao.
Galvez apuntó que respetarán, mientras los yihadistas no actúen, el alto el fuego que han declarado de forma unilateral por ocho horas a partir de las seis de la mañana.
El 23 de mayo, miembros de la organización musulmana filipina Maute, apoyados por yihadistas locales y extranjeros, se levantaron en armas en Marawi, donde recorrieron las calles con banderas negras del Estado Islámico (EI) y prendieron fuego a la comisaría, a un colegio, a una cárcel y a una iglesia.
Las Fuerzas Armadas filipinas lograron contener la rebelión en los primeros días y liberaron la mayor parte de la ciudad salvo cuatro barrios en los que resisten los rebeldes.
El conflicto lleva hasta la fecha 375 muertos (280 rebeldes, 69 soldados y 26 civiles) y 264 mil personas desplazadas, entre habitantes de Marawi y de las ciudades colindantes.