Derecho cultural, en pañales

Como sucede con la defensa de los derechos humanos, en México hay “una crisis” en materia de defensa de los derechos culturales. “Estamos reprobados, hay mucho por hacer, en esa materia estamos bastante atrasados”, dice Diego Guerrero García, integrante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien se desempeña como enlace entre ese organismo y el Poder Legislativo y quien desde hace varios años trabaja el tema cultural.

Guerrero dice en entrevista que el tema de los derechos culturales se ha convertido en un importante asunto para la CNDH, sobre todo a partir de las modificaciones constitucionales de 2009 y 2011 y con la reciente aprobación en el Congreso de la Unión, de la Ley General de Cultura y Derechos Culturales que aún espera su promulgación por parte del Ejecutivo federal. A pesar de ello, afirma: el país sigue teniendo una cuenta pendiente a la hora de garantizar un verdadero acceso a la cultura.

Como país tenemos que tener mucho cuidado porque si bien normativamente se ha consolidado el tema con tratados internacionales, con las reformas y con esta ley –que todavía tiene varios puntos pendientes–, en la realidad sería falso decir que realmente se está llevando a cabo. Creo qué hay temas pendientes que se tiene que atender. Se está trabajando mucho, sí, pero la realidad es que así como hay una crisis en los derechos humanos, hay una crisis en materia de derechos culturales, estamos en pañales”, afirma en entrevista.

El tema es tan nuevo en México que la CNDH emitió apenas en 2015 sus dos primeras recomendaciones relacionadas con el tema cultural: una sobre la necesidad de garantizar a las comunidades indígenas la posibilidad de emitir una opinión respecto a las acciones de gobierno que les competen y otra dirigida al Gobierno de al Ciudad de México, sobre las afectaciones que sufrió la escultura ecuestre de El Caballito. Ahora, adelanta Guerrero, el organismo trabaja en la elaboración de una recomendación general en la materia que será entregada a todas las instituciones públicas relacionadas con la cultura.

El presidente de la Comisión (Luis Raúl González) pidió rastrear los temas que están pendientes en la cultura con la intención de generar una recomendación general, la cual no surge cuando se detecta una violación de una autoridad, sino a partir de una serie de temas que son ubicados y no son atendidos, cuando cotidianamente vemos que el Estado no está atendiendo los derechos culturales”, dice. La recomendación es al mismo tiempo, una convocatoria: el organismo quiere que especialistas, creadores y personajes interesados en la cultura señalen las problemáticas que México padece en la materia para completar de la mejor forma su redacción.

El trabajo, cuenta, ya está casi listo y afirma que la CNDH sólo está en espera de que el Ejecutivo federal promulgue la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, aprobada en el Congreso hace ya casi dos meses, para darla a conocer. “Va a estar dirigida a todas las autoridades vinculadas al tema cultural y va a detectar una serie de elementos sustanciales que tengan que ver con garantizar las creaciones de las comunidades; el garantizar, promover y difundir una educación artística y cultural y muchos otros temas más”.

La recomendación se suma también a una Cartilla de Derechos Culturales que elaboró la Comisión en noviembre del año pasado. La intención, dice Guerrero, es que todos los mexicanos entiendan la importancia de reconocer que existe ya en la Constitución una serie de derechos culturales que deben garantizarse y que si existe una autoridad que no lo haga, esta puede ser denunciada. En situaciones relacionadas con el tema, cuenta, los derechos culturales se pueden exigir igual que cualquier otro.

Cualquier persona puede presentar una queja, de manera individual o colectiva. En el caso de El Caballito por ejemplo, ¿quién generó la afectación?, hay un patrimonio colectivo, una memoria colectiva, cuando afectas el patrimonio cultural estás afectando no el patrimonio de un individuo, sino de toda una colectividad, cualquier persona que vea que se está afectando ese patrimonio puede presentar una queja, aquí, en este caso hubo una negligencia de una autoridad”. Las quejas podrían extenderse a cualquier otro caso, explica, como el de la Línea 7 del Metrobús, que se construye sobre Reforma o el de cualquier zona arqueológica del país que pudiera estar en peligro de no preservar su integridad.

Se puede acudir ante la CNDH de la Ciudad de México como primera vía. Como individuo si tú estableces que te están afectando tus derechos culturales se puede acudir, en el sistema jurisdiccional se requieren recursos para poder exigirlos, se necesitan los honorarios de un abogado, para promover un amparo se necesita un abogado, en el sistema no jurisdiccional no, cualquier ciudadano puede acudir a la Comisión y presentar una queja y hay muchos temas en los cuales hay competencia”.

¿Hay temas en materia cultural que preocupan a la CNDH?, se le cuestiona. “Los temas más importantes que preocupan a la CNDH son, por un lado, garantizar el tema de identidad cultural, lo que representa la cultura en términos de derechos culturales; el segundo elemento es el reconocimiento al patrimonio cultural inmaterial mexicano; el reconocimiento a las comunidades, el revalorar y reconsiderar lo que se está creando, reconocer a las comunidades, entenderlas, no sólo a las indígenas sino a todas las comunidades en general: los artistas, los académicos incluso”.

MAYOR IMPORTANCIA

Diego Guerrero opina que el retraso que México tiene en materia de derechos culturales no es fortuito. Debieron pasar 100 años para que la Constitución Política Mexicana incluyera el tema y desde la primera modificación en 2009 que incluyó el acceso a la cultura, pasaron otros siete años para crear una Ley General. “Tristemente la cultura no ha sido uno de los temas prioritarios en la agenda legislativa”, dice. Otra demostración de lo poco que interesa el tema, agrega, es que no ha podido garantizarse un presupuesto ascendente y bien definido para la cultura en el país.

La creación de la Ley General de Cultura y Derechos Culturales piensa que es un paso, aunque no suficiente. “Creo que el tema debería ser mucho más amplio, no es el ideal, no puede ser limitativo debe ser más amplio, pero bueno, es una vía y a pesar de que muchos derechos no estén aquí, yo tengo la posibilidad de exigirlos, porque el Estado mexicano ya los reconoció antes, en otros tratados y esta Ley es vinculante”. En la Ley que regirá la cultura en el país, sólo quedaron enunciados nueve derechos culturales; el mandato sigue en espera de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.