Bebida perfecta para el verano y además es buena para la salud

El vino tinto es continuamente elogiado por sus atributos saludables, pero nadie se detiene a considerar al blanco.

Ahora que el clima se pone cada vez más cálido (ok, y también lluvioso), causando la necesidad de algo refrescante, es hora de echar un vistazo al vino blanco.

Afortunadamente para los amantes del chardonnay, en realidad son varios los beneficios que el vino blanco trae a la salud.

1. El vino blanco ayuda al corazón y al metabolismo.

En un estudio publicado en 2015, los investigadores indicaron a personas con diabetes tipo 2 que bebieran vino tinto, vino blanco o agua al cenar, mientras seguían una estricta dieta mediterránea. Aquellos que bebieron vino tinto vieron mejores en el corazón, pero los que tomaron blanco también mejoraron su matabolismo y corazón.

2. Al igual que el vino tinto, el blanco puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol.
Otro estudio siguió a 146 personas durante un año, la mitad bebió rosado y la otra mitad bebió blanco. Los investigadores encontraron que los participantes que hicieron ejercicio dos veces por semana y bebieron vino -de ambos tipos- tuvieron una mejora significativa en los niveles de colesterol.

3. El vino blanco es bueno para la función pulmonar.

Una investigación de la Universidad de Buffalo sugiere que beber vino blanco -más que tinto- puede ayudar a mantener los pulmones sanos.

El vínculo entre los dos es incierto -podría ser gracias a su contenido rico en antioxidantes, que combaten los radicales libres-, pero aún hay más investigación por hacer.

Sólo recuerda que la mayoría de las variedades de vino blanco tienen un poco más de azúcar que el tinto o rosado, así que tómalo en cuenta antes de servirte una segunda copa. La clave de los beneficios está en la moderación.

¡Salud!