La hospitalización de Rosa María Cortés, abuela de los niños envenenados por su madre Mireya Agraz en la colonia San Jerónimo Lídice, ha costado al menos 100 mil pesos durante estos últimos 10 días, luego de su estado crítico tras presuntamente haber ingerido una mezcla de medicamentos para suicidarse.
Rosa María Cortés, lleva más de diez días hospitalizada tras su intención de suicidarse.
La paciente, de 65 años de edad, ingresó a un hospital privado del sur de la Ciudad de México con un diagnóstico grave tras el intento de suicidio que cometió junto con su esposo Enrique Agraz, de 70 años, su hija Mireya, de 38, y sus tres nietos, unas gemelas de seis años y otro niño de nueve, quienes sí fallecieron el pasado 8 de junio en la delegación La Magdalena Contreras.
La mujer ingresó a terapia intensiva y permaneció ocho días en esa área, lo cual representó un gasto de al menos 91 mil pesos sin contar el cobro por el uso del equipo y material quirúrgico.
Hasta la noche del pasado domingo 18 de junio, la Procuraduría capitalina aún no le tomaba declaración a la señora, a quien el agente del Ministerio Público prevé imputar el delito de homicidio doloso por la muerte de sus tres nietos
PREPARAN ESTRATEGIA LEGAL CONTRA ROSA MARÍA CORTÉS
Las autoridades capitalinas prevén imputar a la mujer el delito de homicidio por no impedir que su esposo e hija atentaran contra su vida y la de tres menores de edad, sus nietos, en calles de la colonia San Jerónimo Lídice.