En el Día del Padre, el panteón El Saucito lució abarrotado por parte de los otosinos que acudieron a recordar a los papás que se han adelantado en el amino, con flores, comida, música y mariachi, fue la forma en que recordaron su memoria y su pasar por la tierra, con la esperanza de volver a reencontrarse en la próxima vida.
Aunque no luce como el Día de las Madres es evidente que cada año aumenta más la afluencia de visitantes que acuden al panteón en busca de su progenitor y con la intención de informarle como pasan los días sin ellos.
“Estamos muy contentos de venir a recordar la memoria de nuestro padre, que en vida fue un ejemplo a seguir para nosotros, pero pues no dejamos de extrañarlo y llorarle como el último día que lo vimos”, dijo Carlos Martínez.
En compañía de su familia y dejar en sus tumbas un pequeño tributo como flores, globos e incluso cerveza, en algunos casos la vista se acompañó de música y con la famosísima canción de “Mi querido Viejo”.
“Siempre que escucho esta canción me acuerdo los momentos vividos con él y que a pesar de que ya no está, siempre será mi ejemplo a seguir y mi mayor motivación para continuar haciendo cosas en este mundo”.
Afuera del panteón se puede apreciar una gran cantidad de puestos que ofrecen arreglos flores y globos a las familias para adornar las tumbas, mientras los músicos también brillan ofreciendo sus servicios para amenizar su visita. También se cuenta con una gran cantidad de puestos de comida donde las familias aprovechan para comer antes o después de haber rendido tributo a sus seres queridos.
Esperemos pronto se pueda tener una mayor visita de personas que acuden al panteón a visitar a sus padres en estas fechas, ya que es evidente que cada vez son más las personas que lo recuerdan con mucho cariño y amor.
Nietos, hijos, hijas, viudas y recuerdan en este día a los padres que ya no se encuentran con ellos, haciéndoles saber que, aunque se han ido siempre serán necesarios sus consejos, en él todavía lo podemos sentir.