ElPueblo Mágico de Bernal

El ascenso a la cima de la Peña Bernal no es fácil, si bien existe camino de
ascenso a la mayor parte de ella. Se puede llegar en coche hasta un mirador que cuenta con estacionamientos y donde el visitante podrá encontrar diversos puestos con artesanía de la región, bebidas refrescantes y antojitos típicos.

A partir de ahí la subida es a pié. Se puede llegar hasta bastante altura sin necesidad de conocimientos especiales.

Sólo se necesita una buena condición física. Desde la altura podrá apreciar bellos paisajes y desde luego sentir el contacto con la naturaleza.

El último tramo de unos 45 metros es vertical. Para subirlo es necesario tener el equipo y los conocimientos necesarios para la escalada o hacerse acompañar por algún profesional.

Por el tipo de piedra y las posibilidades que ofrece la Peña Bernal es un gran atractivo a nivel nacional e internacional para los practicantes de escalada en roca.

Si planea subir, aún en las partes para los no expertos, no olvide llevar los zapatos adecuados. Después de subir, recorra el Pueblo de Bernal.
El acceso a la peña no tiene costo. El estacionamiento si.

ESPECIALES

Uno de los eventos que se realizan en la Peña de Bernal y que ha adquirido gran fama es el Equinoccio de Primavera, que se celebra el 21 de marzo. Este día, miles de personas vestidas con camisa blanca, se reúnen en la peña a tomar energía.

Para añadir un atractivo más a este regalo de la naturaleza, los sábados y domingos la peña es iluminada en la cara que da al pueblo, lo que define mágicamente sus contornos en la profunda oscuridad de la noche.

BREVIARIO CULTURAL:

Su altitud se calcula en 2,510 metros sobre el nivel del mar y de 350 metros sobre el nivel del pueblo. su peso es de aproximadamente 20 millones de toneladas.

Según algunos estudiosos esta enorme formación rocosa se formó en el periodo jurásico a causa de un volcán cuyo magma, al agotarse su energía, se solidificó. Con el paso del tiempo y la erosión el resto del volcán desapareció quedando sólo la lava solidificada que ahora constituye la peña.

Su nombre proviene de la palabra “Vernal” de origen árabe o vasco y los españoles la usaban para denominar algún peñasco grande y alargado que se encontraba aislado ya fuera en un llano o en el mar.