Una semana después de haber ganado su décimo título en el Masters 1000 de Montecarlo, Rafael Nadal volvió a colocar su nombre entre los mejores de la historia al levantar su décimo trofeo en el Abierto de Barcelona al derrotar en la final del torneo al austríaco Dominic Thiem por 6-4 y 6-1.
Me siento muy satisfecho. Ha sido un día muy emocional para mí. Jugar enfrente de mi afición y en mi club, y ganar el décimo título aquí es algo que era imposible de soñar. Es especial y único”, aseguró Nadal.
Jugue mi mejor partido del torneo esta tarde y posiblemente contra el rival más fuerte en el certamen, así que estoy muy, muy feliz”.
Nadal tiene marca de 10-0 en las finales que ha disputado en el Conde de Godó y ha regalado solamente un set. Llegó a 71 títulos en su carrera profesional y a 51 en torneos de arcilla.
Nadal disparó 14 tiros ganadores y salvó el único punto de quiebre que enfrentó. A Nadal le quebraron el saque solamente en dos ocasiones en sus 47 servicios a lo largo de la semana.
El español capitalizó un récord de dos semanas tras ser el primero en ganar diez veces en un torneo cuando lo hizo en Montecarlo, y ahora repite dicho logro en Barcelona. Ha ganado 20 de 21 sets hasta el momento en la gira sobre arcilla en Europa.
Nadal y Thiem se enfrentaron en un día nublado y con viento. El manacorí salió decidido a imponerse a todas las condiciones adversas, con una poderosa derecha atacando el revés de su rival.
Sin embargo Nadal fue obligado a trabara de más para abrir el proceso del triunfo tras salvar un punto de quiebre con una volea corta perfectamente colocada. Ambos defendieron su saque y hasta el décimo game, cuando tres errores no forzados de Thiem le fue costoso para darle a Nadal el primer set.
Nadal mantuvo la presión en el segundo set con golpes profundos que mandaban a Thiem muy atrás de la línea.
Una derecha poderosa le dio al local el quiebre y la ventaja en el segundo parcial, y acabó ganando el partido luego de una hora y 29 minutos.
El primer set fue muy cerrado y de buena calidad”, aseguró Nadal. “Cualquier cosa pudo pasar, pero luego empecé a jugar a un nivel muy alto y Dominic comenzó a cometer más errores”.