Enfermera de Chiapas, de andar a caballo a huelga de hambre

A principios de 1990, María de Jesús Espinosa de los Santos, una de las nueve enfermeras que ayunaron durante 11 días, en el hospital regional Rafael Pascacio Gamboa, recorría a caballo las comunidades pobres de la selva, para llevar programas de vacunación a los niños y medicinas a hombres y mujeres que no tenían acceso a servicios de salud, porque no podían salir a los pueblos para buscar ayuda médica.

Pero 20 años después, aunque ahora hay carreteras, los indígenas y campesinos aun no encuentran medicinas para aliviar sus enfermedades en las clínicas y hospitales, y por esto, hace 11 días, Espinosa de los Santos, decidió participar en el ayuno el 3 de abril, junto con cinco de sus compañeras. “Se necesita mucho valor, pero por encima la dignidad para hacer este ayuno”, matiza María de Jesús, de 51 años de edad, con una licenciatura en derecho, que en enero del 2018 se jubilará y entonces pretende encabezar un grupo de abogados, para “ayudar a los desprotegidos”. El jueves por la mañana, las nueve enfermeras rompieron el ayuno con una manzana hervida y agua, pero durante los las próximas dos semanas comerán solo verduras hervidas. Una de las ayunantes, Sandra Lidia Arellano Zenteno, le realizarán una endoscopía, porque presentó durante la huelga, sangrado de aparato digestivo, pero la mayoría de las mujeres presentó problemas digestivos en las primeras 72 horas. A las 09:00 horas, las nueve enfermeras recibieron de amigos, conocidos y familiares, rosas amarillas y rojas, pero también 3 mil 500 pesos, que donaron miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, de Oaxaca y Puebla. Las nueve enfermeras estaban alegres de regresar a casa, después de 11 días de dormir bajo una carpa, sobre tarimas que colocaron en la Avenida frente al hospital regional Rafael Pascasio Gamboa. Algunas bromeaban que la ropa que llevan ahora les queda grande, pero otra decía que lo urgente al llegar a casa, es bañarse, “porque no nos hemos bañado en once días”. Antes de levantar el plantón, María de Jesús Espinosa de los Santos, leyó un documento a las 10:00 horas, justo a 11 días que inició un ayuno, el lunes 3 de abril, donde detalló los logros que tuvieron al sostener diálogo con el Secretario de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, como es la reinstalación a sus plazas. Además, la Secretaría de Salud cubrirá a más tardar, el 20 de abril, 238 millones de pesos, de retenciones del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), pago de seguros y otros, pero en el caso del recurso del Impuesto Sobre la Renta (ISR), será en el transcurso del 2017. En el caso del abastecimiento de medicina será hasta el próximo lunes que empiece el suministro de medicamentos insumos a los hospitales. Luego agradeció a Amnistía Internacional, «por defender nuestros derechos humanos» así como la solidaridad de la CNTE, organismos civiles de Chiapas y enfermeras de varias partes del país que siguieron el movimiento. «Después de 11 días de huelga de hambre, llegamos a tener en nuestras manos un documento firmado, por los que nos mal gobiernan. Este documento está lleno de buenas noticias. Por el momento es el único (testimonio) que tenemos de parte de ellos (los gobernantes)», dijo la enfermera madre de una niña que estudia la primaria. Agregó que ponen n a la «huelga de hambre impuesta por nuestra propia voluntad», pero ahora lo suspendemos, para cumplir lo pactado con el gobierno. Sin embargo anunció que mantendrán el plantón frente al hospital Rafael Pascacio Gamboa, hasta el 20 de abril, fecha que fijaron para que el gobierno cumpla con la palabra ofertada. Pidió perdón «a quienes en nuestro desesperado caminar logramos molestar. Disculpen nuestra expresión nuestra manifestación». Junto a María de Jesús Espinosa de los Santos, el 3 de abril, inició el ayuno con: María Cielo Gramajo Cundapí, Neli Ivon Castillo Escobar, María Isidro Orozco Sánchez y Verónica Zenteno Pérez, el miércoles se integró Sandra Lidia Arellano Zenteno y el viernes, Tania Ventura Paredes. El domingo se sumó la enfermera Emma Escobar López y el martes Gabriela Mayanín López Cruz, quien lleva 19 años de servicio. El campamento seguirá, “hasta que veamos la buena voluntad para ver la respuesta concreta de nuestras peticiones”, expuso María de Jesús.