Los beneficios del vino blanco para salud

Siete ventajas que nos reporta el vino blanco al beberlo.Limita los daños ocasionados por un paro cardíaco. Un estudio realizado en la Universidad de Connecticut desveló que beber una o dos copas de vino blanco al día reduce las secuelas que puede dejar un paro cardíaco.

El responsable de este efecto protector es el resveratrol, que también se encuentra en la pulpa de la uva blanca y, por ende, pasa al vino. Además, se ha apreciado que el vino blanco protege el corazón de los efectos del envejecimiento, manteniendo en buenas condiciones los ventrículos.

Previene las enfermedades pulmonares. Una investigación realizada en la Escuela de Medicina de Buffalo descubrió que el consumo moderado de vino blanco a lo largo de la vida, puede mejorar la salud pulmonar y prevenir la aparición de las enfermedades que afectan el sistema respiratorio.

Previene el desarrollo del cáncer. Hasta hace poco se pensaba que solo el vino tinto era capaz de prevenir la aparición del cáncer pero un estudio realizado recientemente en la Universidad de Wisconsin descubrió que el vino blanco también protege nuestras células e impide el avance del cáncer, sobre todo del cáncer de mama. Esto se debe a la acción de sus compuestos antioxidantes.

Mantiene limpias las arterias. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Connecticut comparó el efecto antioxidante del vino rojo y el blanco.

Así se comprobó que el vino blanco también es eficaz para evitar que se formen placas de ateroma en las arterias y mantener a raya las enfermedades de origen vascular. Además, se apreció que el vino blanco contiene una cantidad de antioxidantes similar a la que se encuentra en el aceite de oliva.

Acelera la pérdida de peso. Es cierto que el vino blanco aporta calorías pero, aún así, podemos incluirlo en una dieta para adelgazar. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Hohenheim encontró que las personas que querían perder peso y bebían vino blanco con moderación, alcanzaban su peso ideal antes que quienes optaban por los zumos de frutas naturales. Estos investigadores apuntan que una dieta en la que el 10% de las calorías provengan del vino blanco, permite una pérdida de peso más rápida.

Protege el cerebro. Se ha comprobado que tres copas de vino blanco a la semana, tienen un efecto protector sobre nuestro cerebro.

Una investigación llevada a cabo en la Universidad de Reading halló que el ácido fenólico que se encuentra en el vino ejerce una acción positiva sobre las células cerebrales y nos protege de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia, sobre todo después de los 40 años.

Contrarresta los efectos del sedentarismo. El resveratrol que se encuentra en el vino blanco es ideal para contrarrestar los efectos negativos de la vida sedentaria.

Por supuesto, no se trata de que el vino blanco se convierta en un sustituto del ejercicio físico pero nos ayuda a mantener los huesos fuertes, a preservar la fuerza muscular y a no sufrir una disminución de la masa muscular.