El camino para llegar a unos Juegos Olímpicos es largo e implica serenidad, trabajo constante y resultados regulares. La experiencia de la entrenadora Ma Jin lo sabe, por eso pide cautela tras la medalla de bronce que consiguió el pasado fin de semana la juvenil Viviana del Ángel en la Serie Mundial de Kazán, Rusia. “Ya lleva cuatro años con nosotros. Está mucho mejor, pero aún le faltan más clavados de calidad y luego tiene que ser constante”, dijo la instructora de origen chino al regresar a México.
“Empecé en Veracruz con otros entrenadores, pero mis resultados eran los mismos y decidí venir con Ma Jin”, reveló Viviana. “Estoy contenta, porque he avanzado mucho”.
Calidad y constancia son ahora los pendientes de la entrenadora, dos valores que sólo se obtienen compitiendo ante los mejores del mundo, un proceso que implica también ganarse el reconocimiento ante los jueces internacionales en un deporte de apreciación en el que los nombres de los competidores pesan.
“Es una clavadista nueva, este año nos sirve para que vaya compitiendo y que los jueces también sepan de ella”, explicó Ma Jin.
Del Ángel, de 17 años, posee también una medalla en la prueba mixta al lado de Randall Willars este año y su posición en el ranking mundial es el cuarto en la plataforma, pero esta situación debe ser tomada con mesura para Ma Jin. “Tiene mucha fuerza para competir, pero todavía le falta experiencia”, resume la entrenadora.
La formación de nuevos cuadros es una urgencia para México, que ha vivido en los últimos tres ciclos olímpicos de Paola Espinosa y Germán Sánchez, ganadores de dos medallas cada uno.
El futuro es incierto con Espinosa esperando a su primer hijo, y no sabe en qué condiciones regresará con más de 30 años. Sánchez se rehabilita de una cirugía en el hombro.
Mientras los estelares se recuperan, Viviana aprovecha las oportunidades como parte de una nueva generación en la que Ma Jin quiere pulir a Gabriela Agúndez y Randall Willars.
“Eso se logra sólo con el trabajo, llegar a las medallas”, concluyó la china.