Asma: más pacientes por nuevas causas

El asma es enfermedad crónica que obstruye al aparato respiratorio debido a inflamación de los conductos que llevan aire a los pulmones, como consecuencia de exagerada sensibilidad (alergia) a elementos irritantes. Por otra parte, la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstruc-tiva Crónica) engloba dos trastornos: bronquitis crónica, que se caracteriza por la presencia de tos prolongada con moco, y enfisema, lesiones en las bolsas de aire de los pulmones (alvéolos).
La pésima calidad del aire en grandes ciudades está entre las principales causas de asma en niños; sin embargo, en fechas recientes se han identificado nuevos factores de riesgo que favorecen la presencia de esta enfermedad crónica que hoy altera la vida de 300 millones de personas a nivel global, cifra nunca antes registrada.
El incremento de casos de asma ha provocado que instituciones de carácter internacional como la Organización Mundial de la Salud (OMS) la consideren la epidemia del siglo XXI. Sin embargo, también se discute si se trata de un aumento real de cifras, o bien, se debe a que ahora se diagnostica más y mejor a los niños con asma que en décadas pasadas.
Recientemente científicos de la Universidad de California, en Estados Unidos, descubrieron que los hijos de padres nerviosos y que viven en áreas contaminadas tienen mayor probabilidad de padecer asma que otros niños en la misma comunidad. Esto revela que el estrés aumenta los efectos inflamatorios de las sustancias contaminantes del humo de cigarro y el aire sucio de la calle en las vías respiratorias.
Informes sobre el impacto de la contaminación en la salud infantil por la exposición a diversos contaminantes (plomo, sustancias químicas tóxicas, pesticidas y agua) que salieron a la luz pública a mediados de la década pasada, advirtieron que el número de niños enfermos de asma por la contaminación ha aumentado en México, Canadá y Estados Unidos.
Por otra parte, la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias sugirió que las mujeres embarazadas que comen yogurt bajo en grasa podrían aumentar el riesgo de asma y alergias en sus hijos, lo cual se debe, según los investigadores, a la ausencia de ácidos grasos protectores en dicho alimento. A su vez, datos proporcionados por la Secretaría de Salud en México revelan que cerca del 10% de casos de asma se atribuye al elevado consumo de alimentos con conservadores.
Paralelamente, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha advertido que en otoño e invierno aumentan hasta 10 veces los casos de asma en México, principalmente entre la población infantil.
Otro dato interesante es que hasta 80% de los niños con asma presentan síntomas cuando realizan alguna actividad física intensa. Mientras practican deporte o juegan enérgicamente, los pequeños tienden a respirar deprisa, superficialmente y a través de la boca, de manera que el aire que llega a sus pulmones carece de los efectos de calor y humedad propios de cuando se respira más lentamente y por la nariz. El aire frío y seco provoca que las vías respiratorias se estrechen, obstruyendo parcialmente el paso del aire y dificultando la respiración.
Por fortuna, las crisis asmáticas pueden prevenirse siguiendo puntualmente las recomendaciones del médico y administrando el tratamiento adecuado, basado en alternativas terapéuticas de variedad nunca antes vista. Asimismo, identificar las causas de asma y difundir los factores que disparan este problema también se traduce en una sociedad cada vez más informada sobre lo que debe evitar para mantener la enfermedad bajo control.
Esfuerzos para que los niños con asma controlen su
enfermedad
El asma aqueja a 300 millones de personas y se ha convertido en la enfermedad crónica más frecuente en niños (10 de cada 100 infantes son niños con asma) durante la última década, motivo por el que desde 2008 el lema que abandera el Día Mundial del Asma (celebración que desde 1998 se realiza el primer martes de mayo) ha sido “Puedes controlar tu asma”.
El proyecto de mayor difusión sobre el panorama de esta enfermedad es el ISAAC (The International Study of Asthma and Allergies in Childhood) que actualmente se está desarrollando en todo el mundo a través de 155 centros colaboradores de 56 países en los cinco continentes, centrándose en niños y adolescentes de 6 a 7 y 13 a 14 años de edad.
Los resultados obtenidos a la fecha revelan, entre otros datos, que las naciones con mayor número de pacientes son Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia e Irlanda, y las menos afectadas son Indonesia, Rusia y Albania.
En España, Portugal, México, Chile y Argentina la cifra se sitúa entre el 5 y 10% de sus habitantes; en Uruguay, Panamá y Paraguay los casos alcanzan 15 a 20%, en tanto, Perú, Costa Rica y Brasil superan estos números.
Hacer eco del llamado del Día Mundial del Asma significa proteger particularmente a la infancia sin importar dónde se encuentre, ya que la afección se presenta tanto en países con alto grado de desarrollo como en naciones pobres, aunque el mayor porcentaje de fallecimientos (80%) por esta causa se registra, según datos de la OMS, en aquellos de ingresos bajos y medios-bajos.