Por qué la primavera cansa

La fatiga, debilidad y desmotivación al llegar el clima cálido y la época de las flores no son producto de tu imaginación, podrían ser señales de astenia primaveral, condición caracterizada por apatía y otros síntomas que te restan energía. ¡Te decimos por qué se produce, cómo prevenirla y, sobre todo, qué hacer para tratarla! Astenia significa cansancio y abarca un conjunto de signos derivados de estrés, exceso de trabajo y dieta desequilibrada.
Además, se vincula con cambios en el cerebro (hipotálamo) que ocurren, al parecer, las primeras semanas de primavera y disminuyen las endorfinas, hormonas que alivian dolor y te ponen de buen humor.
La debilidad física que experimentan quienes sufren astenia primaveral se relaciona con alteraciones en el reloj biológico.
Por ejemplo, el hecho de tener que dormir una hora menos por el cambio de horario suele causar aturdimiento, somnolencia diurna, desánimo y falta de apetito.
Tener que adaptarse a las nuevas condiciones ambientales (humedad, iluminación, temperatura y presión atmosférica) propias de la primavera, también puede generar en muchas personas síntomas de astenia, como disminución del apetito sexual, dificultad para concentrarse, dolor de cabeza e irritabilidad.
En la mayoría de casos, la astenia primaveral es una sensación subjetiva y afecta más a mujeres y a personas vulnerables a las variaciones climáticas, como quienes sufren alergias al polen de árboles, césped y de malas hierbas en días calurosos y secos.
Una dieta equilibrada y variada con vitaminas y minerales en abundancia puede ayudarte a prevenir y, a su vez, tratar la astenia primaveral. Procura llevar a tu mesa verduras, frutas, cereales integrales, nueces, quesos frescos, pescados y, en general, derivados lácteos de calidad para fortalecer tu organismo.
Los alimentos resultan más apetitosos cuando se sirven en forma atractiva.
Aprovecha las frutas y verduras de temporada (fresas, naranjas, sandía, piña, pepinos, jitomates, espinacas, etc.) para preparar ensaladas llenas de color que con sólo verlas se te antoje comerlas.
Mantener hábitos de vida saludables también contribuye a comenzar la nueva época del año con mejor ánimo. En vez de huir del calor, derrota la apatía y realiza actividades al aire libre para absorber la luz del Sol, motivarte y olvidarte un rato del estrés.
Si lo haces acompañad@, ¡mucho mejor!
Para combatir la ansiedad y astenia es importante disfrutar de sueño reparador por las noches que te permita recuperar energía y retomar tus actividades al otro día con buen ánimo. Dormir en una habitación ventilada y silenciosa, ingerir alimentos ligeros antes de ir a la cama y apagar el celular por la noche ¡te ayudarán!
Si la primavera te cansa, no te preocupes, los síntomas de astenia generalmente son leves y pasajeros (duran, máximo, 2 o 3 semanas). Mientras desaparecen, recurre al ejercicio para fortalecer tus músculos. Anímate a dejar la cama o el sofá y sal de casa, por ejemplo, a caminar por la tarde, realizar estiramientos en el gimnasio o una hora de yoga.
De ninguna forma, dicen los expertos, debes confundir los signos de astenia con trastorno afectivo estacional, afección psiquiátrica reconocida como un tipo de depresión que se acentúa en los meses de invierno o verano, que debe ser atendido por un especialista y generalmente, requiere tratamiento con medicamentos. Si bien la astenia primaveral NO ES UNA ENFERMEDAD, puede hacerte sentir triste o con más cansancio del habitual por un tiempo, pero si el desánimo, la fatiga y debilidad persisten, debes consultar al médico, porque podría tratarse de otro problema y requerir atención especial.