En ocasión de los 80 años de Radio Nacional de Perú, la emisora ha editado un disco compacto con descarga gratuita de «Vallejo. Perú al pie del orbe», con el cual conmemora además los 100 años de publicación de «Los heraldos negros», obra cumbre del poeta, a quien se recuerda en el 125 aniversario de su natalicio.
La edición conmemorativa de la estación Santa Beatriz le rinde este tributo a Vallejo en las voces de Gisela Val-cárcel, Ernesto Pimentel, Maju Mantilla, Efraín Aguilar, Lucho Quequezana, Hum-berto Martínez Morosini, Óscar Avilés, Fernando de Szyszlo, entre otras.
El material puede ser descargado desde la página de Radio Nacional, donde se ubican los 20 archivos con las lecturas de los poemas del libro «Los heraldos negros».
Según RNP, «César Valle-jo. Perú al pie del orbe» es una producción cultural de Radio Nacional del Perú, un primer volumen al que le sucederán otras obras universales de peruanos ilustres que exaltan el respeto, la tolerancia, la integridad, el orgullo y el sentimiento país, a través de la apreciación literaria.
Icono del movimiento vanguardista, César Vallejo nació el 16 de marzo de 1892, en la provincia de Santiago de Chuco, en Perú. De origen mestizo y provinciano, su familia pensó en que se dedicara al sacerdocio, lo cual se ve reflejado en su obra de abundante vocabulario bíblico y litúrgico.
En 1915, obtuvo el título de bachiller en letras e inició sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Trujillo, además se graduó como Licenciado en Derecho en la Universidad de San Marcos.
Vallejo publicó en 1918 su primer poemario «Los heraldos negros», en el que son visibles las influencias de Rubén Darío y Julio Herrera.
En 1920 tras una revuelta popular, fue encarcelado durante tres meses, en ese periodo escribió «Trilce», un poemario vanguardista que supone la ruptura definitiva con el Modernismo.
En 1923 publicó «Las estampas» y «Cuentos de Escalas melografiadas», así como la novela corta «Fabla salvaje».
Cuentan que César Vallejo se marchó a París, donde conoció a Juan Gris y Vicente Huidobro, y fundó la revista «Favorables París Poema», en 1926.
En 1932 escribió la obra de teatro «Lock-out» y se afilió al Partido Comunista Español. Ese mismo año regresó a París, donde vivió en la clandestinidad, y donde, tras estallar la Guerra Civil Española (1936-1939), reunió fondos para la causa republi-cana.Entre sus obras destaca el montaje «Moscú contra Moscú», titulada posteriormente «Entre las dos orillas corre el río».
Posteriormente aparecieron «Poemas humanos» (1939) y «España, aparta de mí este cáliz» (1940), conmovedora visión de la guerra de España y expresión de su madurez poética; «Contra el secreto profesional» y «El arte y la revolución», escritos en 1930-1932, aparecieron en 1973.
Cesar Vallejo murió el 15 de abril de 1938, en París. Sus restos fueron trasladado a la Mansión de la Cultura y más tarde al cementerio de Montrouge. Tres décadas después, el 3 de abril de 1970, su viuda. César Abra-ham Vallejo Mendoza (Santiago de Chuco, 16 de marzo de 1892 – París, 15 de abril de 1938) fue un poeta y escritor peruano.
Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía del siglo XX y el máximo exponente de las letras en su país. Es, en opinión del crítico Thomas Merton, «el más grande poeta católico desde Dante, y por católico entiendo universal» y según Martin Seymour-Smith, «el más grande poeta del siglo XX en todos los idiomas». Publicó en Lima sus dos primeros poemarios: Los heraldos negros (1918), con poesías que si bien en el aspecto formal son todavía de filiación modernista, constituyen a la vez el comienzo de la búsqueda de una diferenciación expresiva; y Trilce (1922), obra que significa ya la creación de un lenguaje poético muy personal, coincidiendo con la irrupción del vanguardismo a nivel mundial. En 1923 dio a la prensa su primera obra narrativa: Escalas, colección de estampas y relatos, algunos ya vanguardistas. Ese mismo año partió hacia Europa, para no volver más a su patria. Hasta su muerte residió mayormente en París, con algunas breves estancias en Madrid y en otras ciudades europeas en las que estuvo de paso. Vivió del periodismo complementado con trabajos de traducción y docencia. En la última etapa de su vida no publicó libros de poesía, aunque escribió una serie de poemas que aparecerían póstumamente. Sacó en cambio, libros en prosa: la novela proletaria o indigenista El tungsteno (Madrid, 1931) y el libro de crónicas Rusia en 1931 (Madrid, 1931). Por entonces escribió también su cuento más famoso, Paco Yunque, que saldría a luz años después de su muerte. Sus poemas póstumos fueron agrupados en dos poemarios: Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz, publicados en 1939 gracias al empeño de su viuda, Georgette Vallejo.