Un club brasileño escandalizó a muchos y perdió patrocinadores al fichar a un portero que fue hallado culpable de participar en el asesinato de una ex novia.
Boa Esporte presentó el martes a Bruno Fernandes de Souza, a pesar de las críticas recibidas desde que anunció sus intenciones en días recientes.
Souza está libre mientras apela una sentencia de 22 años de prisión por ordenar el asesinato de Eliza Samu-dio en 2010. Una Corte Suprema ordenó su liberación porque su apelación estaba demorando mucho.
En una conferencia de prensa transmitida por ESPN Brasil, Souza dijo que agradece la oportunidad y afirmó que se ha estado preparando para volver a la cancha.
«La gente no quiere tener nada que ver conmigo por lo que sucedió en el pasado», dijo. «Boa me está abriendo las puertas. Estoy muy contento y motivado».
Al menos cinco patroci-nadores anunciaron que dejarán al equipo en protesta por la contratación. La ciudad de Varginha, a unos 400 kilómetros al noroeste de Río de Janeiro, también dijo que analiza su puede terminar su relación con el club, que utiliza sus instalaciones.
En una publicación en Facebook, el presidente del equipo, Rene Moraes da Costa, defendió su decisión, al señalar que el club cumplió con todos los requisitos legales y que hacen lo posible por ayudar en la recuperación de una persona.
«¿Quién no ha escuchado que el trabajo dignifica al hombre?», escribió.
Muchos brasileños, desde hinchas de Esporte hasta grupos defensores de las mujeres, están en desacuerdo, y publicaron miles de mensajes furiosos en la página de Facebook del club.
«Espero que Boa Esporte juegue pésimo en todos los partidos», escribió Rodrigo Marcos Costa en una reacción al mensaje del presidente. «Un equipo que contrata a un asesino no merece el respeto de nadie».
El portero de 32 años jugó en el pasado con Flamengo.
El caso saca a relucir dos problemas frecuentes en el país más grande de Latinoa-mérica: violencia crónica contra las mujeres, y un sistema judicial ineficiente.
Casi cinco de cada 100.000 mujeres son asesinadas al año en Brasil, una de las tasas de feminicidio más altas del mundo. Souza fue hallado culpable por un tribunal en 2013 después de un juicio en el que salieron a relucir detalles horripilantes sobre su asesinato: fue estrangulada, su cuerpo picado en pedazos y comido por perros.
La modelo desapareció después que demandó al portero por pensión alimenticia en un caso que afectó la imagen de Souza cuando estaba en la cúspide de su fama. Souza, quien estaba casado, negó que el hijo fuese suyo, aunque pruebas de ADN después demostraron que sí lo era.
Souza, dos hombres y una exnovia del futbolista fueron hallados culpables del asesinato.
Souza apeló la decisión ante un tribunal de mayor jerarquía. Después de casi cuatro años, el juez Marco Aurelio Mello ordenó recientemente que Souza sea liberado, al argumentar que la falta de acción del tribunal apelativo no significa que pueda permanecer detenido indefinidamente.
Boa Esporte fichó al arquero con un contrato por dos años, aunque podría regresar a prisión si pierde su apelación.