Trump quiere negociar nueva ley de salud

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está dispuesto a negociar la nueva propuesta republicana para derogar y reemplazar la actual ley de salud con los congresistas conservadores que están exigiendo cambios, aseguró ayer Gary Cohn, el principal asesor económico del mandatario.

“El Presidente ha sido muy abierto y transparente sobre el tema”, dijo Cohn en una entrevista con la cadena Fox.

“Ha estado dispuesto a aceptar mejoras en el proyecto de ley. Hemos cedido, y el Presidente lo ha dicho, para asegurar que cualquier cosa que mejore el proyecto de ley para los estadunidenses, será aceptada”, afirmó Cohn.

Esta semana se presentaron dos proyectos de ley para impulsar el nuevo plan republicano sobre la reforma sanitaria (Trumpcare) de la mano del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, el cual planea desmantelar algunavs de las disposiciones de la actual ley, promovida por el expresidente Barack Obama, pero también respeta otras.

La propuesta crearía un sistema de crédito fiscal para incentivar a las personas a comprar seguro, desmantelaría la expansión de las ayudas a gente con bajos recursos y acabaría con el mandato que exigía a comprar un seguro o pagar una multa al gobierno.

Sin embargo, el nuevo plan mantendría las protecciones de Obamacare para aquellos con condiciones preexistentes, evitando que los proveedores de seguros se negaran a proveerles de cobertura.

El ala más conservadora del partido quiere recortar aun más las ayudas a los pobres, mientras que los más moderados en el Senado se oponen a esta medida, ya que sus estados crecieron en cobertura médica de manera exponencial gracias a la ley de Obama.

El presidente del ultraconservador Caucus de la Libertad, Mark Meadows dijo hoy que sus compañeros están dispuestos a trabajar con el presidente Donald Trump sobre las propuestas de salud, mientras que el senador Tom Cotton, también del sector más radical, advirtió que la ley actual no lograría la aprobación de la Cámara Alta.

Ante las divisiones internas que sufre el partido sobre cómo reemplazar el sistema sanitario, Ryan alertó hoy que si no logran ponerse de acuerdo y ofrecer una alternativa a los estadounidenses, los republicanos sufrirán “un baño de sangre” en los comicios legislativos de 2018.

Los conservadores coinciden en derogar el conocido Obamacare, que desde 2010 ha otorgado cobertura a más de 20 millones de personas, aunque ha subido los precios en algunos casos, pero no se ponen de acuerdo en cómo reemplazarlo.

Los proyectos de ley presentados esta semana ya fueron aprobados por los comités de la Cámara Baja correspondientes, y en los próximos días pasarán al pleno, para después ser debatidos en la Cámara alta donde la mayoría republicana es más estrecha y las dudas conservadoras mucho más profundas.

Por su parte, los demócratas consideran que el proyecto republicano tendrá el efecto inverso al buscado.