El Papa Francisco aceptó la renuncia del obispo de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda, y designó en su lugar a Enrique Díaz Díaz, quien hasta ahora prestaba servicio en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
La sala de prensa del Vaticano informó que Martínez Zepeda dejó el cargo tras superar la edad de jubilación obligatoria de los pastores, establecida en 75 años, por la ley fundamental de la Iglesia católica, el Código de Derecho Canónico.
Díaz Díaz, quien nació el 13 de junio de 1952 en la ciudad de Huandacareo, perteneciente a la Arquidiócesis de Morelia, en el estado de Michoacán, estudió en el seminario de la capital michoacana y fue ordenado sacerdote el 23 de octubre de 1977.
Se desempeñó como vicario parroquial primero y como párroco después, en algunos templos de Morelia. En 1994, obtuvo la licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma.
De regreso en su diócesis, tras los estudios romanos, fue nombrado párroco, docente en el seminario y vicario episcopal. El 30 de abril de 2003 fue designado por el Papa Juan Pablo II como obispo auxiliar de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y recibió la ordenación episcopal el 10 de julio sucesivo. El 15 de mayo de 2014, fue nombrado coadjutor de esa misma demarcación eclesiástica.
Como tal, Díaz Díaz estaba destinado a ser el sucesor natural del actual obispo, Felipe Arizmendi Esquivel, quien cuenta con 76 años y ya superó la edad de jubilación obligatoria.
Pero con el nuevo nombramiento de Díaz Díaz, el Papa estableció -de facto- que permanezca en su puesto de obispo de San Cristóbal por un tiempo más.
Francisco demostró tener un especial aprecio por Arizmendi Esquivel, situación que quedó de manifiesto en su visita apostólica a México hace poco más de un año, que incluyó una etapa en esa diócesis chiapaneca.