¿Flojera mental?… ¡cuidado con la demencia!

Si crees que resistirte a leer un libro de principio a fin, completar un crucigrama o a resolver una multiplicación sin tu inseparable calculadora no tendrá consecuencias evidentes en tu salud mental, estás en grave error, ya que la flojera men-tal es causa de Alzheimer, el tipo de demencia más común.
La ciencia ha comprobado que la flojera mental es factor relacionado con la aparición de demencia, es decir, con la pérdida de la función cerebral que afecta no solamente la memoria, también pensamiento, lenguaje, juicio y comportamiento.
Por ello, te presentamos cinco consejos para poner a trabajar tus neuronas y reducir el riesgo de perder tu salud mental:
1. Hazte amigo de los libros
Leer favorece la concentración y la empatía, despierta tu imaginación pero, sobre todo, previene la degeneración cognitiva.
2. Arma rompecabezas
Esta actividad está directamente relacionada con los procesos cognitivos, es decir, con el procesamiento de la información, el pensamiento y la memoria (sobre todo, a corto plazo), involucra también habilidades espaciales y visuales, así como el pensamiento abstracto, el cual permite generar en la mente imágenes de cómo se verían las piezas en distintas posiciones. Además, ayuda a desarrollar buena tolerancia a la frustración: probar una y otra vez cualquier pieza hasta encontrar el lugar adecuado fortalecerá tu paciencia.
3. Aprende algo nuevo cada día
Cuando adquieres nuevos conocimientos favoreces el crecimiento de conexiones adicionales entre las neuro-nas (sinapsis), esto significa que aumentas tu capacidad de memoria. Por ejemplo, la próxima vez que realices un recorrido hacia tu trabajo, observa y escucha con detalle cada lugar, rostro o sonido que aparezca en el camino, de esta forma generarás y estimularás recuerdos espaciales.
4. Resuelve crucigramas y di no a la flojera mental
La mente funciona en gran medida como una computadora. El cerebro coloca datos que considera importantes en «archivos»; cuando recuerdas algo, abres determinado “fichero”. Si quieres recuperar esa información rápidamente, ejercita tu mente resolviendo crucigramas o sudokus con tanta frecuencia como sea posible.
5. Practica deporte
El hipocampo es área del cerebro que puede estimularse toda la vida, por lo que la actividad física no sólo favorece su funcionamiento (cuando aparece la demencia, es la primera estructura en sufrir daño), también lo fortalece y, en caso de que alguna parte se lesione, habrá un “respaldo”, es decir, una zona que se mantendrá activa.
Desde hoy, pon en marcha cualquier actividad que ejercite tus neuronas y beneficie tu salud mental, ya que así minimizas el riesgo de sufrir Alzheimer.
La enfermedad de Alzhei- mer (EA), también denominada demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales (tales como las capacidades cognitivas superiores), a medida que mueren las células nerviosas (neuronas) y se atrofian diferentes zonas del cerebro. La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años, aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del diagnóstico.

La enfermedad de Alzhei-mer es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, y aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad.Aunque también en raros casos puede ser desarrollada desde los 40 años.
Los síntomas de la enfermedad como una entidad nosológica definida fueron identificados por Emil Krae-pelin, mientras que la neuro-patología característica fue observada por primera vez por Alois Alzheimer en 1906.
Así pues, el descubrimiento de la enfermedad fue obra de ambos psiquiatras, que trabajaban en el mismo laboratorio. Sin embargo, dada la gran importancia que Krae-pelin daba a encontrar la base neuropatológica de los desórdenes psiquiátricos, decidió nombrar a la enfermedad Alzheimer en honor a su compañero.
Por lo general, el síntoma inicial es la inhabilidad de adquirir nuevos recuerdos, pero suele confundirse con actitudes relacionadas con la vejez o el estrés.
Ante la sospecha de alzhei-mer, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conductas cognitivas, así como neuroimágenes, si están disponibles.
A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de corto plazo y una predisposición a aislarse a medida que declinan los sentidos del paciente.
Gradualmente se pierden las funciones biológicas, que finalmente conllevan a la muerte.
El pronóstico para cada individuo es difícil de determinar. El promedio general es de 7 años, menos del 3% de los pacientes viven más de 14 años después del diagnóstico.