El volcán Etna entra en erupción

El volcán Etna, situado en la isla italiana de Sicilia (sur), ha entrado en erupción y ha mostrado en las últimas horas espectaculares explosiones incandescentes, emisiones de cenizas y una colada de lava, informaron las autoridades italianas.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de la ciudad siciliana Catania (sur) informó este martesde que desde las 17:00 horas locales del lunes, la actividad en el nuevo cráter sudeste iniciado el pasado 23 de enero se ha intensificado de forma gradual.
Los temblores volcánicos alcanzaron sus niveles más elevados esta noche, entre las 22:00 y las 24:00 horas GMT, cuando en la isla siciliana se pudieron ver fuentes de lava brotando hacia el cielo que superaron varios cientos de metros de altura.
También se apreciaron explosiones de fuego y una colada de lava que se dirigió hacia el sudoeste, en dirección al pico Monte Frumento Supino, según el instituto de Catania.
Los fenómenos se han concentrado en la zona superior del volcán activo más alto de Europa y no constituyen un peligro para las personas, aunque los habitantes de las localidades Zafferana y Linguaglossa, situadas en las proximidades, sí han notado una modesta lluvia de cenizas.
Las autoridades italianas siguen con atención la situación aunque de momento las carreteras cercanas y el aeropuerto de Catania siguen operando con normalidad.
El Etna tiene tres mil 322 metros de altura y está situado en la parte oriental de la isla de Sicilia, entre las provincias de Mesina y Catania. El Etna es un volcán activo en la costa este de Sicilia, entre las provincias de Mesina y Catania. Tiene alrededor de 3.322 metros de altura, aunque ésta varía debido a las constantes erupciones. La montaña es hoy en día 21,6 metros menor que en 1865. Es el volcán activo con mayor altura de la placa Euroasiática, el segundo en referencia a la Europa política después del Teide y la montaña más alta de Italia al sur de los Alpes. El Etna cubre un área de 1.190 km2, con una circunferencia basal de 140 kilómetros. Hasta inicios del siglo XX, por lo menos, era frecuente que la población siciliana llamara Gibellu a este célebre volcán; tal denominación local deriva de la presencia árabe en el lugar durante la Edad Media. En efecto, Gibellu o Gibello deriva de la palabra árabe yébel (monte, montaña).
Aún en 2005, se llama en Sicilia Gibello o Mongibelo a la montaña, quedando la denominación Etna para el cono volcánico. En la mitología griega, el Etna era el volcán en cuyo interior se situaban las fraguas de Hefesto, que trabajaba en compañía de cíclopes y gigantes. El monstruoso Tifón yacía debajo de esta montaña, lo que causaba frecuentes terremotos y erupciones de humo y lava.
Su nombre derivaba de la ninfa Etna, hija del gigante Briareo y de Cimopolia, o de Urano y Gea, que se convirtió en la deidad de este famoso volcán.
Por ello, fue la juez que resolvió la disputa sobre la posesión de Sicilia entre Deméter y Hefesto.
Uniéndose con este último fue madre de los pálicos, los dos dioses de sendos géiseres famosos en la isla.
Haciendo abstracción de la mitología, el nombre deriva de la palabra cananea (o del fenicio) attanu (arder) y luego de la griega aithos (con el mismo significado de arder). Durante la ocupación árabe de Sicilia en la Edad Media, el Etna fue llamado Yébel Uhamat (Montaña de fuego), pasando a ser llamado durante siglos por gran parte de los italianos con la palabra mixta (románica-arábiga): Mongibello.
El Etna es uno de los volcanes más activos del mundo y está casi en constante erupción. Aunque en ocasiones puede ser muy destructivo, no está contemplado como un volcán particularmente peligroso, y miles de personas viven en sus alrededores e incluso en sus faldas.